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Nadie durmió esa noche; han sido horas tristes, dice habitante

Inhuman a 16 pobladores de Amatán fallecidos por el deslave del martes
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Sepelio de las 16 víctimas del alud en Reforma y Planada, en ChiapasFoto Moysés Zúñiga Santiago
Corresponsales
Periódico La Jornada
Viernes 1º de octubre de 2010, p. 34

Reforma y Planada, Chis., 30 de septiembre. Este jueves fueron sepultados los 16 habitantes de esta comunidad, del municipio de Amatán, que murieron bajo un alud que cayó sobre sus viviendas el martes pasado.

Fue algo espantoso, que nunca pensé ver en mi vida, afirmó Feliciano Gómez López, vecino y familiar de muchas de las víctimas, quien a sus 82 años es uno de los pobladores de mayor edad en la localidad fundada hace unos 100 años, donde habitan 381 familias. Nunca habíamos visto algo igual. No sabemos qué pasó, sólo que llovió mucho y se aflojó la tierra, agregó.

Nadie durmió esa noche y nadie tenía ropa seca. Han sido horas muy tristes y de incertidumbre, dijo don Feliciano mientras observaba cómo policías estatales y el Ejército Mexicano –que aplicó el Plan DN-III– regaban cal en la zona donde quedaron sepultadas 13 viviendas.

Afirmó que vio cómo se vino la casa de mi sobrino, Román Gómez Hernández. El lodo bajaba rápido y no dio tiempo de correr. Fue de repente. A algunos los agarró distraídos porque estaban encerrados por la lluvia, y cuando vieron, el deslave ya estaba sobre ellos.

Las casas destruidas se ubicaban junto a un cerro de unos 150 metros de altura, de cuya parte superior se deslizó la tierra por una zona deforestada, sembrada con maíz.

Patricia Osorio Martínez, responsable de la unidad de salud situada al pie del cerro, comentó que el lunes entre las 19:30 y las 20 horas, cuando ocurrió la desgracia se fue la luz, se sintió que se movió la tierra y vino el caos. Escuché gritos de la gente cuando los venía arrastrando la tierra con lodo, piedras y varillas de las casas.

Después de la tragedia, los pobladores se dividieron entre quienes aceptan ser reubicados y los que desean quedarse en la comunidad. Ayer, la asamblea ejidal decidió solicitar al gobernador Juan Sabines Guerrero que se realice un estudio de los terrenos del poblado, y que las familias asentadas junto al cerro sean reubicadas, pues la mayoría desea permanecer.

El mandatario ofreció que en una semana estará listo el dictamen para tomar una decisión, y sostuvo que 40 por ciento de las tierras están fuera de peligro para la población. Por lo pronto, ocho personas que resultaron heridas de gravedad por el alud en Reforma y Planada reciben atención en el hospital público Vida Mejor de Tuxtla Gutiérrez, la capital de Chiapas. Además, tres menores de edad lesionados están en el Hospital Pediátrico de la misma ciudad.

En tanto, un grupo de 118 habitantes del ejido Nueva Colombia, municipio de Ángel Albino Corzo, fueron evacuados ayer vía aérea, ante el peligro de que se presente un nuevo deslizamiento de tierra como el ocurrido el martes por la noche, que mató a tres jornaleros agrícolas. Los accesos por vía terrestre están bloqueados por cientos de toneladas de tierra que cayeron a las laderas.