Considerada la exposición más grande y completa del pintor y muralista mexicano José Clemente Orozco, hoy a las 19 horas será inaugurada –en el Antiguo Colegio de San Ildefonso– una muestra que reúne 379 obras del artista jalisciense, entre ellas 20 dibujos inéditos que realizó entre 1948 y 1949.

La magna retrospectiva José Clemente Orozco: pintura y verdad, da cuenta, en 14 salas, de la obra del artista desde sus comienzos como caricaturista político, su pintura de caballete, su gráfica, dibujo y acuarelas hasta el último mural que realizó en Guadalajara.

La estética de Orozco, en contraste con la de otros artistas, es trágica, dramática, inquieta y llega a ser satírica. Sus obras no son tan complacientes ni tan fáciles de ver; es una obra que confronta la conciencia y provoca, lo que ha hecho quizás que el público se aleje un poco, expresó el curador de la muestra, Miguel Cervantes.

Para el especialista, Orozco padece un cierto olvido en relación con los otros dos grandes muralistas mexicanos (Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros). La crítica no se acerca con la misma frecuencia que lo hace con los otros muralistas.

Sin embargo, la trayectoria y producción de Orozco por más de 50 años es más compleja y rica de lo que las personas piensan.

La ocasión anterior que se montó una exposición en torno a su obra, la cual no fue tan amplia, pero sí muy importante, se realizó hace más de 30 años. Fue organizada por Fernando Gamboa, con la colaboración de Raquel Tibol.

Quizá la última gran exposición del pintor, continuó Cervantes, la realizó el propio Orozco en 1949, en la que reunió casi 600 obras en el Palacio de Bellas Artes. En ese sentido, Orozco se ha visto muy poco.

Ahora se tiene la oportunidad de apreciar en esta visión antológica la maestría en sus dibujos, pinturas y murales, mediante los cuales resolvió problemas estéticos que siguen vigentes, expresó Cecilia Wolf Madero, directora del Instituto Cultural Cabañas, de Guadalajara.

La funcionaria recordó que esa muestra se organizó y exhibió en primera instancia en Jalisco, en marzo de 2010, así como en el Hospicio Cabañas, en el contexto del bicentenario de la Independencia y el centenario de la Revolución.

El costo de la exposición fue de 14 millones de pesos, aportados por el fideicomiso del bicentenario, recursos con los que también se publicó un catálogo de 600 páginas y una antología en dos tomos.

Ahora, con el apoyo de la Universidad Nacional Autónoma de México, el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes y el Gobierno del Distrito Federal, la exposición podrá visitarse en la ciudad de México.

José Clemente Orozco: pintura y verdad se pudo integrar gracias al acervo de 10 instituciones públicas y 48 colecciones privadas.

De acuerdo con Miguel Cervantes, en Orozco la calidad de invención de imágenes es extraordinaria. Fue el que más hizo avanzar en su momento el lenguaje pictórico en México.

Su visión histórica como pintor de los distintos periodos conflictivos del país, como la conquista, la Independencia y la Revolución, así como de los momentos convulsos de la historia mundial, fue profundamente libertaria.

“Nunca siguió ningún tipo de doctrinas ni ideologías. Se opuso lo mismo al fascismo que al comunismo. Fue un gran anticlerical, porque pensaba que la Iglesia era un poder que manipulaba al ser humano.

Criticó la tecnología armamentista. Se definió radicalmente como muralista y pensaba que América debía fundar e inventar su propio lenguaje plástico. Fue un espíritu de un inmenso impulso libertario. Celebró la liberación del hombre en todas sus maneras.

Esta exposición del artista es inmensa, indicó Cervantes. Conformada por más de 379 obras, imposible de apreciarlas en una sola visita. El propósito, sobre todo, es que las nuevas generaciones tengan la oportunidad de encontrarse ante la obra de un pintor que no es complaciente ni fácil confrontar.

La muestra José Clemente Orozco: pintura y verdad podrá visitarse a partir del primero de octubre y permanecerá abierta hasta el 16 de enero de 2011, en el Antiguo Colegio de San Ildefonso (calle Justo Sierra 16, Centro Histórico).