Padres de familia de la escuela secundaria Leona Vicario hicieron un llamado a la Contraloría General del Gobierno del Distrito Federal para que verifique la inversión que el gobierno de Víctor Lobo Román en Gustavo A. Madero ha destinado a las obras de construcción del plantel, porque temen que haya desviación de recursos públicos y por ello el retraso en las obras de construcción.

Desmintieron la versión oficial que la delegación difundió el pasado 27 de septiembre sobre una reunión que sostuvo Lobo Román con los progenitores en el mencionado plantel para hacer un recorrido, porque el servidor público se ha negado a recibirlos y no ha querido dar la cara.

Como muestra del incumplimiento y mentiras que ha vertido el gobierno delegacional, los padres de familia expusieron que se tenía programada una reunión el pasado martes con el director de obras de Gustavo A Madero, Saúl Chiguil Figueroa, para informar sobre el avance de las obras; sin embargo, éste no se presentó.

En representación del funcionario atendieron a los padres tres personas, entre las cuales se encontraba el subdirector de Supervisión de Obras, Mario Alberto Godínez Arenas, quien, pese a llegar 30 minutos después de la hora acordada, manifestó su prisa por concluir la reunión.

Los reclamos de padres de familia molestaron al funcionario, pues los vecinos exigían explicaciones por la demora. En lugar de informar, Godínez Arenas exigió al presidente de la mesa directiva, Roberto Trejo, controlar a su gente, como si se tratara de un mitin político, afirmó.

Los padres de familia recordaron que desde la administración de Luis Meneses se hizo el desalojo de alumnos para remodelar la escuela. El compromiso de Lobo Román fue entregar el inmueble en diciembre de 2009.

La sospecha de un presunto desvío de recursos se ha esparcido entre los padres por los argumentos que el gobierno delegacional ha dado para justificar la demora en la entrega, pues el dinero para las obras estaba etiquetado, es decir que se tenían los recursos.