Madrid, 27 de septiembre. No hay otro camino que el del abandono de forma clara y definitiva de las armas y poner fin a su existencia, afirmó hoy la vicepresidenta primera del gobierno español, la socialista María Teresa Fernández de la Vega, en respuesta a la entrevista publicada el pasado domingo a dos miembros de ETA en la que aseguraron que estaban dispuestos a un cese de la violencia verificable y permanente si se cumplían una serie de condiciones.

En el País Vasco todas las fuerzas políticas reclamaron a ETA por distintas vías y en diferentes tonos que abandone la lucha armada y permita que se abra un proceso de pacificación permanente para el histórico conflicto.

El presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, ha reiterado que no se puede repetir un proceso similar al de las negociaciones que se rompieron con el atentado del grupo armado vasco en el aeropuerto de Barajas, de esta capital, en diciembre de 2006, en el que murieron dos migrantes ecuatorianos.

ETA señaló en la citada entrevista que para decretar un alto el fuego verificable era necesario que se crearan las condiciones de un marco democrático, y citó de nuevo la mesa de partidos. Pero no respondió al principal clamor de todos los partidos políticos vascos y españoles, que es el anuncio del cese de la violencia. Incluso algunos medios de comunicación ya hablan de distanciamiento y de casi ruptura entre ETA y la proscrita Batasuna, coalición en la que ahora mismo hay varias corrientes, pero prevalece la que considera que la lucha armada ya no es la vía para alcanzar su objetivo político: la independencia.

El mensaje es claro: vicepresidenta

En respuesta a lo expuesto por ETA el fin de semana, la vicepresidenta dijo desde Roma: no hay ningún planteamiento que no sea el fin total y absoluto de la violencia. No hay ninguna vía que no sea la de esperar el fin definitivo de la violencia. Ese mensaje ha quedado muy claro una y otra vez por parte de todos. Es el mensaje para el grupo armado vasco y para Batasuna, un partido ilegal que sabe que el único camino que hay es la separación, la ruptura, la condena clara y total de la violencia.