Mensaje del cardenal por el bicentenario de la Independnecia
La solución de la violencia exige atender tres prioridades: combate frontal a la pobreza, educación de calidad para todos y la conciliación
Lunes 27 de septiembre de 2010, p. 16
El cardenal Norberto Rivera afirmó que la reconciliación nacional es una tarea pendiente entre políticos y ciudadanos
, sólo concretándola –dijo— podremos enfrentar la pobreza de millones de mexicanos; brindar educación de calidad a jóvenes y niños, y atender el problema de la inseguridad, provocada por grupos del crimen organizado.
En su mensaje con motivo del bicentenario de la Independencia, el prelado sostuvo que uno de los problemas que nos aqueja de manera inmediata
es el de la inseguridad provocada por la violencia. La solución, agregó, “no puede darse únicamente por el sometimiento de la fuerza y por el imperio de la ley, esto es necesario, pero insuficiente.
Las fuerzas armadas, las corporaciones policiacas y las instituciones judiciales tienen un papel imprescindible para superar la corrupción y la criminalidad que nos agobia. Sin embargo, la verdadera solución requiere que vayamos más al fondo de nuestros problemas sociales.
Recordó la propuesta presentada por los obispos del país en una carta pastoral, en la que piden la atención de tres prioridades: combate frontal a la pobreza, educación de calidad para todos y reconciliación nacional.
“Siempre que hemos sido capaces de unirnos, y los ejemplos sobran, nuestro pueblo ha avanzado, ha progresado. Siempre que nos hemos desunido, y la realidad presente es ejemplo de ello, hemos provocado un enorme atraso.
La reconciliación nacional es una tarea pendiente entre políticos y ciudadanos, sólo desde allí podremos enfrentar mejor uno de nuestros puntos débiles: la pobreza de millones de mexicanos, y podremos potenciar una de nuestras más apremiantes necesidades: la educación de millones de jóvenes y niños.
El cardenal consideró además que la celebración de las fechas patrias ha significado una oportunidad para reafirmar nuestros valores cívicos, en torno a un gobierno democrático, más allá de las divisiones partidistas
.
Manifestó que la misión de la Iglesia es ser servidora de la reconciliación, y aunque algunos de sus pronunciamientos son motivo de controversia, no le mueve el afán de la discordia, sino el compromiso irrenunciable con la verdad sobre el ser humano y sobre Dios
. Por ello, agregó, no puede dejar de ser protagonista de la construcción de una nación, en medio de una sociedad plural y de un Estado laico, garante y respetuoso de las libertades y de los derechos auténticos
.
El tañer de más de 30 campanas abrió la misa, al término de la cual se dio lectura al Bando para el Te Deum de la Independencia, se rindieron honores a la bandera con la banda y escolta de la Policía Federal y se entonó el Himno Nacional. Además fue develada una placa conmemorativa a los héroes independentistas sepultados en Catedral.