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Inaceptable, la brutalidad a la que recurrió: informe especial

Grave violación a derechos humanos, el ataque israelí a flotilla de ayuda a Gaza: ONU
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Luego del funeral de un palestino ultimado por un vigilante de colonos israelíes en Jerusalén oriental estallaron disturbios que dejaron ocho palestinos detenidos y al menos 20 lesionados, uno de ellos en la imagenFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Jueves 23 de septiembre de 2010, p. 23

Jerusalén, 22 de septiembre. El ataque israelí contra una flotilla turca de ayuda humanitaria para Gaza fue una grave violación a los derechos humanos, con un uso inaceptable de brutalidad, concluyó el informe del equipo especial de la Organización de Naciones Unidas que realizó una investigación sobre el asalto, publicado este miércoles.

El grupo de expertos del Consejo de Derechos Humanos, integrado por el ex presidente colombiano, Álvaro Uribe, y el ex primer ministro neozelandés Goeffrey Palmer, entre otros, consideró que Israel actuó de manera no solamente desproporcionada dadas las circunstancias, sino que recurrió a índices de violencia totalmente inútiles e increíbles, con lo cual determinó que Israel incumplió con el derecho internacional.

El Consejo de Derechos Humanos resolvió en junio pasado que una misión internacional independiente investigara violaciones de las leyes internacionales en los graves ataques de las fuerzas israelíes contra la flotilla humanitaria para Gaza el 31 de mayo, que dejó nueve turcos muertos.

El reporte también califica de ilegal el bloqueo a la franja de Gaza, y advierte que un incidente como el ocurrido a finales de mayo se puede repetir si no hay un cambio en la política respecto de Gaza.

En Jerusalén oriental, en tanto, un vigilante de colonos israelíes mató hoy a un palestino, incidente que derivó en enfrentamientos entre la policía de Israel y manifestantes, y amenaza con minar las negociaciones de paz, de acuerdo con las autoridades palestinas.

Los disturbios estallaron después del funeral del palestino Sammer Sarchan, residente del barrio Silwan, hacia donde Israel desplazó a la policía, que incluso entró en la Explanada de las Mezquitas, el tercer lugar sagrado en importancia del Islam.

Al menos ocho palestinos fueron detenidos y 20 resultaron heridos por los efectivos, que utilizaron cañones de agua, gas lacrimógeno y granadas aturdidoras para dispersar a los manifestantes.