El virtual abandono en el que se encuentra el campo mexicano repercute también en el calentamiento global, problema cuya solución se menciona en diversos planes de gobierno, pero que no tienen ningún presupuesto ni esquema para echarse a andar, advirtieron ponentes del foro Diálogo de frente al cambio climático.

Durante la primera jornada de trabajos del encuentro, convocado por diversas organizaciones campesinas, sociales y ambientalistas, se explicó de qué forma la alteración del clima en el mundo afecta de manera acelerada la producción de alimentos en el país, sin que hasta el momento las autoridades hayan formulado un plan serio al respecto.

Algunos de los principales objetivos del foro son analizar el presupuesto necesario para combatir el calentamiento global y al mismo tiempo impulsar el sector agrícola, y ofrecer alternativas para rediseñar el uso del agua y la energía en el campo.

Dolores Rojas, coordinadora de Oxfam México, advirtió que el país ha renunciado de forma acelerada a la autosuficiencia alimentaria, situación que ha empeorado en los años recientes a causa del cambio climático.

Si el gobierno es congruente en su propuesta de revertir este fenómeno, debe aportar los recursos suficientes en el Presupuesto de Egresos para 2011, y sobre todo diseñar un plan para la utilización adecuada de ese dinero, afirmó.

Por su parte, Cecilia Reyes Montes, especialista del Centro de Estudios de Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados, señaló que los programas de apoyo al campo en el país suelen estar desvinculados entre sí, por lo que sus estrategias son incorrectas y los recursos no se gastan en donde más hacen falta.

A pesar de la gran cantidad de información y estadísticas que existen sobre temas agrícolas, no hay claridad sobre cómo y en qué se están invirtiendo los recursos, o si están sirviendo para lo que deberían, lamentó.

Aunque entre 2009 y 2012 se le asignaron 253.2 millones de pesos al programa especial de adaptación y mitigación por el cambio climático, no hay planes definidos ni instrumentos adecuados para su instrumentación.

Finalmente, Jesús Guzmán Flores, del Centro de Estudios para el Desarrollo Rural Sustentable y la Soberanía Alimentaria, también dependiente de la Cámara de Diputados, hizo notar que desde 2003 el campo ha recibido cada vez más recursos, sin que esto haya servido para abatir los niveles de pobreza, crear empleos o disminuir la dependencia alimentaria.