Falso, que la PF nos liberó de los plagiarios, como afirma García Luna: Hernández Pacheco
Los captores nos llevaban en un carro, y nos dejaron ir; corrimos varios minutos y nos topamos con las patrullas, señala
El comunicador Héctor Gordoa, quien también fue secuestrado, solicitó refugio a Canadá
Sábado 18 de septiembre de 2010, p. 5
La Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal dio dos versiones distintas de la manera en que la Policía Federal localizó a los periodistas Alejandro Hernández Pacheco y Javier Canales, plagiados el 26 de julio en Gómez Palacio, Durango, supuestamente por un grupo del crimen organizado, que se presume está relacionado con el cártel de Sinaloa.
El pasado 31 de julio –fecha en que aparecieron los informadores–, durante la conferencia de prensa en que éstos fueron presentados a los medios, el titular de la SSP, Genaro García Luna, afirmó textualmente: “cuando llega la Policía Federal, se acordonó el área donde estaba la casa de seguridad, se localiza a los compañeros reporteros y como primer objetivo se da seguridad a ellos, el resguardo, para que no fueran blanco de disparos o de alguna agresión”.
Ese mismo día, durante una entrevista televisiva, Luis Cárdenas Palomino, jefe de la División de Seguridad Regional, dio otra versión: ellos (los reporteros) alcanzan a desarmar una ventana para tratar de salir en la madrugada de hoy, y hoy, a las 6 de la mañana, es que topan ya con la gente de nosotros en la colonia
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Versión en radio
En el comunicado número 442, la SSP federal habló de rescate
de los comunicadores. Al respecto, Alejandro Hernández –quien en días pasados solicitó asilo a Estados Unidos por considerar que su vida corre peligro y el gobierno mexicano no lo apoya– narró en el noticiero radiofónico de Carmen Aristegui cómo fue su liberación y la de Javier Canales, luego de que los plagiarios los cambiaron de una casa de seguridad a otra. En su testimonio niega tajantemente las versiones de García Luna y de la Policía Federal.
“Los jóvenes nos llevaron en un carro, y pensamos que era para ejecutarnos, porque decían que nos iban a entregar a un cártel contrario, y entonces vimos un terreno, un baldío, y nos subieron al carro, y a unas cuadras, cuando ya iban a dar vuelta, cuando de hecho iban huyendo, ahí nos dejaron y nos dijeron: ‘ahí se van a ir a la derecha corriendo, y ellos los van a ayudar’. Salimos corriendo como dos cuadras, y entonces empezamos a chiflar a las patrullas. Íbamos chiflando a las patrullas, no sabíamos si eran de la preventiva; teníamos miedo, porque no sabíamos de qué corporación eran”.
El informador aseguró que esos señalamientos están asentados en su declaración ministerial, al igual que el hecho de que sus captores les señalaran que “esas personas (los policías que estaban a lo lejos) los van a ayudar. Teníamos miedo que fuera un operativo, porque sabíamos que los de la preventiva están coludidos, y nosotros corrimos. Ellos dijeron corran, y nosotros pensamos que iban a dispararnos, que nos iban a atropellar. Corrimos y corrimos porque vimos a la policía, y porque podíamos escapar en ese momento; ellos (los plagiarios) se fueron en su carro huyendo a toda velocidad.
“Chiflo fuerte, pero parecía que no se escuchaba; fue muy raro, porque estábamos desesperados. Corrimos unos tres o cinco minutos. (Los policías) Ya habían recorrido cuatro cuadras, y si hubieran estado buscándonos, ¿cómo no iban a vernos?
“Corrimos como unos cinco minutos. Así, hasta que llegamos a la patrulla de la Policía Federal, en una esquina, esquina de la cual supimos era la segunda casa donde antes nos habían golpeado.
“Cuando estábamos a unos ocho o 10 metros, corrieron y preguntaron: ‘¿quiénes son?’ Les dijimos: ‘somos reporteros de Televisa Torreón y Multimedios’, y que acabábamos de escapar de una casa, y ya”, narró Alejandro Hernández.
Asimismo, confirmó que durante la conferencia de prensa del pasado 31 de julio, la SSP federal dio una versión diferente de lo sucedido, pero señaló: no podía desmentir ahí, porque me dio miedo, y no pude decir que no fue así, eso de que llegaron a la casa, que de allí nos sacaron y que se fueron los captores
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Ese día, García Luna encabezó el acto en el Centro de Mando de la Policía Federal, y dio lectura al boletín 442, en el que de manera textual se afirma: “el día de hoy fueron rescatados los periodistas privados de su libertad el pasado 26 de julio en Torreón, Coahuila (sic).
“Desde el primer momento en que se tuvo conocimiento del plagio, el Presidente de la República giró instrucciones a la Policía Federal para iniciar inmediatamente labores de investi- gación e inteligencia por medio de un equipo de investigadores, analistas, asesores en manejo de crisis y del grupo especial de operaciones; el objetivo primordial de estas acciones era salvaguardar en todo momento la vida de las víctimas.
Desde el primer momento, la secretaría asistió con asesoría a los enlaces que estuvieron involucrados en el proceso de negociación con los secuestradores. En este contexto, fue liberado por los mismos captores el reportero Héctor Gordoa, el 29 de julio
. (Este reportero, también de Televisa, en días pasados pidió asilo a Canadá, a donde ya se encuentra con su esposa y tres hijos).
Sin embargo, García Luna señaló en la conferencia de prensa mencionada que “luego de un intenso trabajo de inteligencia, y continuando con las líneas de investigación, el día de hoy la Policía Federal realizó un operativo en el área donde se tenía conocimiento de que había una casa de seguridad.
“Para privilegiar la vida de las víctimas, elementos de la Policía Federal realizaron un esquema operativo que consideraba un cordón de seguridad en el perímetro y unidades de operación para la intervención.
“Al percatarse de la presencia de elementos de la Policía Federal en los alrededores de la casa de seguridad, los plagiarios huyeron, terminando así el cautiverio de los reporteros Javier Canales Fernández (de Multimedios Torreón) y Alejandro Hernández Pacheco (de Televisa Torreón).
“La unidad de operaciones, privilegiando la vida de las víctimas, asistió de manera inmediata a los reporteros. Una vez que éstos estuvieron bajo el resguardo, la unidad especial de operaciones intervino la casa de seguridad ubicada en las calles de Invierno y Fresno, de la colonia Miguel de la Madrid, en Gómez Palacio, Durango, donde previamente habían mantenido en cautiverio a los reporteros.
En estos momentos, elementos de la Policía Federal continúan con los trabajos de inteligencia para detener a los responsables
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García Luna aseguró que el operativo llevaba 28 horas de duración hasta el momento de la conferencia, y que se seguía trabajando.
Contradicción con Cárdenas Palomino
El pasado 2 de agosto, Cárdenas Palomino declaró a un noticiero radiofónico que la liberación fue producto de un trabajo de inteligencia, de manejo de crisis y en el cual empezamos a establecer puntos de patrullaje en lugares donde presumiblemente se encontraban las víctimas; empezamos a hacer operativos en esa zona y posteriormente empezamos a ampliar los cordones; durante los patrullajes que se estuvieron haciendo con la presencia de la Policía Federal, que estuvo en esa zona, en particular en Gómez Palacio, en la colonia Miguel de la Madrid, en la colonia Chapala, logramos ubicar el domicilio donde estaban ya los periodistas solos sin la custodia de los secuestradores
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Gordoa fue levantado junto con Hernández Pacheco y Javier Canales por sujetos que dijeron ser parte del cártel de Sinaloa, en las inmediaciones del Centro de Readaptación Social dos de Gómez Palacio, mientras cubrían una manifestación de familiares de internos. Sus captores lo liberaron tres días después.
Hasta hace tres meses, era jefe de noticieros de Televisa Ciudad Juárez. Antes del plagio trabajaba como periodista del programa Punto de Partida, conducido por Denisse Maerker y transmitido en cadena nacional. Horacio Nájera, ex corresponsal de Reforma en Ciudad Juárez, Chihuahua, es otro de los reporteros secuestrados que también gestiona asilo en Canadá.
Con información de Rubén Villalpando, corresponsal