Miércoles 15 de septiembre de 2010, p. 5
El presidente Felipe Calderón impuso la condecoración de la orden mexicana del Águila Azteca –máximo reconocimiento del país– a los premios Nobel de la Paz Rigoberta Menchú y de Literatura Jean Marie Le Clézio, así como al filántropo estadunidense William F. Austin. Sus aportaciones para reivindicar los derechos indígenas, la cultura mexicana y la donación de aparatos auditivos fueron las razones de la entrega del galardón.
De Menchú, Calderón dijo que era un símbolo e icono mundial en la defensa de los pueblos indígenas. Su trayectoria es un emblema de justicia para éstos y en México contribuyó al reconocimiento de este sector de la sociedad mexicana.
En la residencia oficial de Los Pinos, Menchú reivindicó la importancia que México ha tenido en su historia personal y colectiva, cuando vivió aquí en virtual exilio de su nación, Guatemala. Mencionó que el paso de los guatemaltecos por nuestro país ha sido entre historias felices y de superación, pero también desenlaces tristes como el de los migrantes de Centroamérica y Sudamérica recientemente fallecidos en Ramaulipas.
Ante la presencia del presidente de Guatemala, Álvaro Colom, Menchú dijo que ambos países comparten desafíos como la violencia y mejorar la conexión con la madre tierra.
En su intervención, Le Clézio evocó a poetas como Octavio Paz y a Sor Juana Inés de la Cruz, entre otros mexicanos connotados que, dijo, han influido en su obra. El escritor francés dijo que Sor Juana fue una de las primeras en promover la necesidad del mestizaje cultural.
Por lo que hace al empresario estadunidense William F. Austin, el presidente Calderón destacó la importancia de su aportación altruista a nuestro país a través de la donación de numerosos aparatos auditivos.