¿Seguiremos informando?*
Martes 14 de septiembre de 2010, p. 3
“Edad: 69 años. Estatura: 1.70 metros. Peso: 65 kilos. Complexión: muy delgada. Tez: morena clara. Seña particular: cicatriz en la columna vertebral. Banco Nacional de Personas Extraviadas.
“Dicen que el jefe Diego parecía virrey de la Nueva España y, en consecuencia, muchos querían verlo preso o, peor aún, muerto.
“Dicen que para todo fin práctico fungió como vicepresidente de México y, tras aquella noche en que su pasado lo alcanzó, no faltó quien quizo que se pudriera en los infiernos ni quienes lo alabaron por la doble hazaña, según, de ser un viejo güevudo y un cabrón bien hecho.
“Dicen que pudo haber sido objeto de venganza de algún grupo de poder o de particulares defraudados o ardidos, y se ignora si su misteriosa ‘desaparición’, vuelta luego ‘secuestro’, aparte de fines económicos, tuvo algún otro propósito, o si se trató de un intento de trueque del narcotráfico.
“Dicen que sus últimas fotos sólo mostraron los restos del hombre intocable y poderoso que fue, y que sembrador de vientos y cosechador de tempestades no se supo si fue víctima de una banda del crimen organizado, o de algún grupo poderoso del gobierno, o de alguna organización guerrillera.
“Gracias a la trayectoria personal y pública del Jefe Diego se seguirán diciendo muchas cosas y quizás todas quepan como líneas de investigación, desde que su familia lo abandonó y de que a sus propios amigos no les importó su suerte.
“¿Seguiremos informando?
Misteriosos desaparecedores.
* Reproducción literal del comunicado firmado por Misteriosos desaparecedores