Martes 14 de septiembre de 2010, p. 30
Basilea, Suiza, 13 de septiembre. Las nuevas normas de capital para los bancos acordadas por los reguladores globales causaron alivio en el mundo financiero, pues dan tiempo a los prestamistas más débiles para recaudar fondos y relajar los límites a la entrega de dividendos.
Sin embargo, los grandes bancos internacionales enfrentan un sobrecargo de capital, además de las nuevas normas anunciadas el domingo, conocidas como Basilea III, para hacer frente a los temores respecto de que las entidades consideradas demasiado grandes para quebrar
puedan asumir riesgos que pongan en peligro a todo el sistema financiero.
Los acuerdos (de Basilea) reducen la probabilidad de quiebra de los bancos de importancia sistémica, pero no solucionan el problema moral de que estos bancos sean demasiado grandes para quebrar o estén demasiado interconectados para quebrar
, dijo Mario Draghi, gobernador del Banco de Italia y director de la Junta de Estabilidad Financiera.
La junta de estabilidad, organismo independiente del Grupo de Basilea, presentará su propia propuesta sobre capital bancario en un encuentro de los líderes del Grupo de los 20, en noviembre.
Los inversionistas aplaudieron el carácter gradual de la introducción de los nuevos estándares de capital conforme a Basilea III, y pasaron por alto los comentarios de uno de los arquitectos de la medida respecto de que el sector tendrá que recaudar cientos de miles de millones de euros.