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Ambulancias patito
Sin control alguno, los servicios de atención prehospitalaria

Presuntos paramédicos, en vehículos sin equipar, cazan lesionados

Se desconoce cuántas unidades y agrupaciones de auxilio existen

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Paramédicos trasladan a un hombre que fue atropellado en avenida CircunvalaciónFoto Alfredo Domínguez/archivo
 
Periódico La Jornada
Lunes 13 de septiembre de 2010, p. 2

Minutos después de que personal de la ambulancia se hizo cargo de Alicia Martínez, su estado de salud se desplomó. De una situación complicada pero estable pasó a una etapa crítica por asfixia, de la que ya no se pudo recuperar. Lo tenemos todo bajo control, la señora llegará bien al hospital, aseguraron los paramédicos e hicieron caso omiso a las dudas de los familiares sobre si la paciente recibía suficiente suministro de oxígeno.

Ninguno de los dos empleados del servicio de ambulancia privado Alerta Médica Internacional que llegaron al domicilio de Alicia se percató de que durante el traslado sus signos vitales se deterioraron rápidamente, y mucho menos hizo algo por ayudarla.

La señora padecía insuficiencia cardiaca e hipertensión arterial pulmonar, enfermedades graves que se mantenían bajo control con las indicaciones médicas, principalmente que la paciente se mantuviera en posición semivertical. Para el traslado los paramédicos la acostaron totalmente.

Sin poder afirmar que la deficiente atención brindada a Alicia haya sido la causa de su fallecimiento, porque otros factores pudieron haber incidido, Arturo Cervantes Trejo, secretario técnico del Consejo Nacional para la Prevención de Accidentes (Cenapra), admitió que en México el tema de los servicios de atención prehospitalaria ha estado olvidado durante años y provoca situaciones como la de Alicia.

El problema es que ninguna autoridad se encarga de supervisar la calidad de los servicios que empresas privadas ofrecen en el país, pese a que ello representa un grave riesgo para la salud y vida de las personas a las que se pretende asistir.

Ni siquiera se sabe cuántas ambulancias, organizaciones o servicios de urgencias médicas existen, lo cual es muy grave si se toma en cuenta que 11 por ciento de fallecimientos que se reportan en México se deben a lesiones de causa externa intencional y no intencional, indicó.

El de Alicia es sólo un ejemplo del riesgo en que se encuentran las personas que sufren algún accidente o enfermedad y requieren ser trasladadas de manera urgente a un hospital, por la existencia de empresas que carecen de personal y equipo indispensables para garantizar la seguridad de los pacientes.

Debido a la repentina muerte de Alicia su familia no podía comprender qué había pasado, pero entendimos todo cuando vimos las contradicciones y acusaciones mutuas que se hicieron los paramédicos y el médico del hospital privado donde se diagnosticó la muerte cerebral de la paciente, señaló Eugenio García, hijo de la víctima.

Desde enero de 2009 comenzó el largo camino de búsqueda de explicaciones y sanciones para los responsables. Interpuso la demanda penal FBJ/APEBJ-3t3/241/09 y quejas ante el órgano interno de control de la Secretaría de Salud y la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios, pero ninguno le ha dado respuestas.

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La Cruz Roja Mexicana puso en marcha ayer la Jornada nacional de reanimación cardiopulmonarFoto María Luisa Severiano

Para dar idea de la importancia de contar con servicios de atención prehospitalaria de calidad, Cervantes Trejo explicó que entre las primeras cinco causas de muerte entre las personas de cinco a 44 años de edad están los homicidios, los accidentes de tránsito, los suicidios y los atropellamientos.

Durante décadas nos hemos enfocado a la atención de diabetes, tuberculosis y cáncer, que son muy importantes, pero el tema de la atención de urgencias médicas se ha olvidado, pese a que tendría que ser prioritario y contar con la asignación presupuestal suficiente.

No es así en todos los estados. Sólo Tabasco, Jalisco y Guanajuato cuentan con sistemas de urgencias bien organizados, con infraestructura y personal capacitado.

Estimaciones del Cenapra sostienen que existen en el país más de 65 mil personas que se ostentan como técnicos en urgencias médicas (TUM) y van a bordo de vehículos con el letrero de ambulancia, pero nadie sabe en realidad lo que ofrecen.

Ello ocurre a pesar de que desde 2006 se incorporó al artículo 79 de la Ley General de Salud la figura del TUM y está vigente la norma oficial mexicana (NOM) 237, regulación de los servicios de salud, atención prehospitalaria de las urgencias médicas.

Cervantes Trejo admitió que en este tema ha faltado liderazgo en las entidades, planeación y dinero. El mismo Cenapra, que existe desde hace 20 años y tiene la facultad para regular esos servicios, apenas este sexenio empezó a trabajar en los asuntos relacionados con la prevención de accidentes.

Antes, expresó, el presupuesto del Cenapra era de 300 mil pesos anuales en promedio. En 2008 y 2009 contó con 39 y 54 millones de pesos, respectivamente. Parte de esos recursos se ha invertido en el diseño de un modelo operativo que pretenden hacer funcionar en todo el país.

Entre las primeras tareas está la certificación de los TUM, para lo cual, entre julio y agosto del año próximo, el Cenapra aplicará un examen piloto, similar al que realizan los aspirantes a residencias médicas. La prueba será teórica y práctica, y contará con el respaldo de escuelas y facultades de medicina. El plan incluye crear un sistema nacional de atención médica de urgencias, que opere con los mismos criterios en todos los estados de la República.

Mientras, la familia de Alicia sigue empeñada en que se haga justicia y se castigue a los responsables de la muerte de la señora, pero sobre todo, aseguró su hijo Eugenio, para que las ambulancias patito dejen de circular en el país y de poner en riesgo la vida de las personas. El caso de Alicia está en la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, instancia que solicitó un dictamen técnico a la Comisión Nacional de Arbitraje Médico con el fin de deslindar responsabilidades.