En la ciudad de México, siete de cada 100 personas de la población económicamente activa (PEA) están desempleadas. El cierre de empresas, la mala situación financiera de éstas y/o el despido de personal elevó en el segundo trimestre del año a 7.4 por ciento la tasa de desempleo en perjuicio, principalmente, de la población joven, con lo que la cifra llegó a 316 mil 28 personas en esa situación, informó el titular de la Secretaría del Trabajo y Fomento al Empleo (STFE), Benito Mirón Lince.

Del 1º de enero al 31 de agosto pasado, 13 mil 918 hombres y 9 mil 553 mujeres interpusieron juicios laborales, pues la conveniencia económica está lanzando a más jóvenes a la calle a buscar otro empleo, a veces muy mal remunerado, teniendo que aceptar medios tiempos o jornadas muy largas, incluso sin las prestaciones de ley, agregó.

Los jóvenes de entre 22 y 32 años han sido los más afectados por despidos y recortes, aunque son 17.2 por ciento menos respecto de igual periodo de 2009, cuando fueron 16 mil 662 hombres y 11 mil 696 mujeres quienes recurrieron a la Junta de Conciliación y Arbitraje, pero también la edad de los demandantes se redujo.

El año pasado, el nivel de edad de los jóvenes que se convirtieron en desempleados y acudieron a la junta fue de entre 25 y 40 años. Este año bajó a entre 22 a 32 años, ante la falta de liquidez de las empresas, principalmente, ya que les representaban un desembolso económico menor a la hora de reducir su personal, precisó ayer.

Mirón dio a conocer que 46 mil 977 personas perdieron su empleo en los sectores comercio, servicios y turismo en el segundo trimestre, con lo que el desempleo se elevó a 7.4 por ciento, cifra 1.1 punto mayor respecto de un periodo anterior, con lo que ya suman 316 mil 28, de una PEA de 4 millones.

Dicha cifra, destacó, es 308 por ciento superior a la registrada al inicio de está década, cuando sumaban 102 mil 495, lo que demuestra que la política económica nacional ya no funciona. Se ha convertido en una fábrica de desempleados, problema que afecta principalmente a personas con estudios medio superiores o profesionales.

Paso a la informalidad

Una parte importante se niegan a ofrecer su mano de obra por un salario mínimo y/o sin contar con las prestaciones sociales de ley, por lo que la economía informal, como el ambulantaje y la venta de productos casa por casa, se ha convertido en una salida para casi un millón 200 mil personas, ante la falta de oportunidades, comentó.

Ante ello, dijo, la conformación de cooperativas se ha convertido en una alternativa, ya que en menos de tres años, mil 800 personas cuentan con un empleo e ingreso digno.

Asimismo, se trabaja con la Comisión de Presupuesto de la Asamblea Legislativa para que se etiqueten recursos a las delegaciones y áreas laborales de la administración capitalina y éstas contraten los servicios de las cooperativas existentes para la elaboración de uniformes, bolsas, cubrebocas, chalecos y demás prendas que requieran, indicó.