Nueva York, 9 de septiembre. Arizona, Texas y los otros estados fronterizos que solicitaron la presencia de la Guardia Nacional y más recursos para seguridad con la finalidad de controlar el flujo migratorio y enfrentar la posible expansión de la violencia que se vive en México son el origen de 75 por ciento de las armas ilegales estadunidenses empleadas en delitos y decomisadas en México, concluye una investigación presentada este jueves.

De las armas ilegales decomisadas en escenas del crimen en México y rastreadas por la Oficina de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego (ATF, agencia federal dedicada a estos asuntos) entre 2006 y 2009, cuatro de cada 10 fueron compradas originalmente en Texas y un tercio en alguno de los otros estados fronterizos: Arizona, California y Nuevo México, indica el informe difundido por la coalición bipartidista Alcaldes contra Armas Ilegales, integrada por más de 500 ediles.

Un veterano observador de la relación bilateral dijo hoy a La Jornada que, de acuerdo con esta información, tal vez sea más efectivo que la Guardia Nacional y otros agentes de seguridad pública desplegados en la frontera apunten más bien hacia el norte en lugar de hacia México para resolver el problema de la violencia, ya que las armas que se utilizan en actos violentos se compran a los traficantes en Estados Unidos.

El informe indica que tres de cada cuatro armas utilizadas en un crimen en México, decomisadas y sometidas a rastreo, fueron vendidas en un estado fronterizo del suroeste estadunidense.

En 2009, 40 por ciento de las armas usadas en delitos perpetrados en México fueron adquiridas en Texas, 36.1 provinieron de los otros tres estados fronterizos y 23.9 por ciento de otras entidades.

El informe denominado El movimiento de armas a través de la frontera Estados Unidos-México señala que si se compara con el resto del país, Arizona, Nuevo México y Texas tienen cada uno tasas de exportación 169 por ciento más altas que cualquier otro estado, y tres veces más que California.

El alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, copresidente de la coalición de alcaldes, declaró que “las armas ilegales y la violencia que las acompaña devastan comunidades en nuestro país, y ahora sabemos más de cómo las que se compraron aquí han ayudado a sostener las guerras violentas de los cárteles de las drogas en México”.

Thomas Menino, alcalde de Boston, también copresidente de la coalición, insistió en que el gobierno de Barack Obama debe otorgar aún más recursos a la ATF para bloquear la ventas de armas que nutren el tráfico ilegal en Estados Unidos y México.

El informe fue entregado a la coalición de alcaldes por la ATF en marzo de 2010; precisa que hasta 2007 esta información no estaba disponible porque una ley prohíbe a la agencia divulgar datos sobre el rastreo de armas.

Destaca que 90 por ciento de las armas de fuego decomisadas en México tuvieron como origen vendedores en Estados Unidos.

Los nuevos datos de la ATF muestran que entre 2006 y 2009 casi 19 mil armas utilizadas en crímenes cometidos en México fueron vendidas en Estados Unidos.

La cifra de estas armas se incrementó de mil 200 en 2006 a 5 mil 194 en 2009.

El informe completo puede consultarse en: www.mayorsagainstillegalguns.org/downloads/pdf/issue_brief_mexico_2010.pdf

Por otra parte, en el informe titulado El tráfico de armas de fuego de Estados Unidos a México, publicado por el Instituto México del Centro Woodrow Wilson y el Instituto Transfronterizo de la Universidad de San Diego, ofrece un amplio panorama de las dimensiones de este negocio y las medidas que los gobiernos de ambos países aplican para controlarlo.

El informe señala que durante el año fiscal 2009, por lo menos 4 mil 976 armas de origen estadunidense fueron detectadas en México, lo que representa un aumento de más de 2 mil en comparación con igual periodo de 2007.

Indica que los dos tipos de armas más vendidas en Estados Unidos y decomisadas en México en los tres años recientes fueron los rifles semiautomático tipo AK-47 y clones del semiautomático AR-15.

El informe resalta algunos avances de ambos gobiernos en el combate al tráfico de armas y subraya que, a pesar del incremento dramático de solicitudes de México para rastrearlas, la ATF sólo ha logrado ubicar aproximadamente 25 por ciento de las que fueron decomisadas en 2009. Por tanto, a pesar del incremento de los fondos aprobados por el Congreso para estas tareas, aún son insuficientes para abordar el problema de manera efectiva.

El informe está disponible en: www.wilsoncenter.org/news/docs/U.S.%20Firearms%20Trafficking%20to%20Mexico-%20Goodman%20Final.pdf