Querétaro, Qro., 8 de septiembre. Para el obispo de Querétaro, Mario de Gasperín Gasperín, en décadas recientes la mujer ha experimentado cambios en su funcionalidad al separar el sexo de la reproducción, lo que ha afectado la sexualidad y la personalidad del hombre y ha tenido reperusiones como la disolución del matrimonio y la familia, lo que ha generado un verdadero desastre social.

En un documento publicado en la página electrónica de la diócesis de Querétaro (www.diocesisdequeretaro.org.mx), titulado Crisis o país de zombis, el jerarca católico destaca que existe una crisis de época, social, de valores, de autoridad, de instituciones, del matrimonio, de la familia, de los jóvenes y la mujer.

El prelado señala que la principal causa de la crisis de la mujer es el mal llamado feminismo, que ha propiciado en este sector indefinición sobre la función de este sector en la sociedad, lo que se refleja en lo individual y en las instituciones.

La respuesta a esta inquietud, agrega, no puede encontrarse sin la participación del varón, porque ambos se complementan para lograr su identidad personal, descubrir la dignidad humana y con ello proporcionar bienestar a los demás.

La anticoncepción implicó un cambio no sólo biológico, pues el hombre no es pura biología, sino que ha tenido efectos en la vida política, económica, religiosa y cultural del país.

Según el religioso, este problema no se resuelve al sustituir los derechos humanos por derechos secundarios conocidos como lo políticamente correcto; es decir, lo que conviene al poder y a sus medios y grupos de control, pues ello implica hacer lo socialmente incorrecto hasta llegar a lo moralmente perverso.

Alejandra Martínez Galán, presidenta de la Asociación Queretana de Educación para las Sexualidades Humanas, dijo sentirse preocupada por la misoginia producida por las instituciones eclesiásticas y anunció que enviarán al jerarca una misiva para expresar rechazo a esas declaraciones.