Se presenta los martes en el teatro Helénico
Martes 7 de septiembre de 2010, p. 9
“Como las estrellas, que a miles de años de haberse extinguido siguen llegando a nosotros a través de su luz, el recuerdo de alguien que murió se mantiene vivo y no desaparece “, expresó en entrevista la actriz Margarita Sánz, quien desde el martes pasado presenta el monólogo Campo de estrellas, escrito para ella por la dramaturga Luisa Josefina Hernández.
Margarita Sánz, de amplia trayectoria actoral, se preparó profundamente para desempeñar este monólogo, que tiene ecos de Ibsen y Strindberg, quienes trataron, cada uno a su modo, la ausencia física de las personas queridas. Sánz une teatro, muerte, luto y la cura por medio del arte. Campo de estrellas es un restreno: su primera temporada se realizó en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y luego se montó en el Helénico, adonde regresa.
“Está obra fue escrita ante la muerte de mi madre, para superar el dolor por su ausencia.
“A finales de 2008 hablé con la maestra Luisa Josefina sobre la muerte de los seres que amamos… porque uno se queda muy confundido, muy estancado, y eso me estaba pasando a mí; entonces se lo comenté a la maestra. Hablamos mucho, incluso de la pérdida de su padre, quien para ella era entrañable.
Mi madre me dio un eje muy importante: soy actriz gracias a ella; siempre ha sido la esencia de mi vida.
La charla entre Sánz y la autora siguió su rumbo y la actriz le pidió que le escribiera una obra. Le planteó la idea de un monólogo sobre las pérdidas.
Veinticinco días después le llegó Campo de estrellas.
Sánz lo leyó y lo guardó en un cajón, donde estuvo hasta octubre pasado. Lo llevó a la UNAM con el director de escena Enrique Singer; ahí se presentó del 12 de noviembre al 12 de diciembre de 2009; se restrenó en el Helénico en marzo de 2010, y la temporada se alargó hasta el 9 de junio.
El pasado martes 31 de agosto tomó nuevo aliento en el foro de avenida Revolución 1500, en San Ángel.
Aceptación de la ausencia
–¿Cómo es el duelo a través de un monólogo? ¿Sana?, ¿subraya líneas de recuerdo?
–El propósito del monólogo era que yo sanara emocionalmente; en ese sentido me ha estado ayudando a comprender la ausencia de mi madre y a saber que ella realmente no se ha ido a ningún lado. La muerte no es irse, aunque la palabra suene cruda y es espantosa, porque físicamente la persona ya no está, pero su energía y su educación y todo el amor que ella me dio está en mí.
Eso de ninguna manera puede llevárselo la muerte. En todo este tiempo he sanado y cada vez me sale mejor el monólogo. ¡Es una paradoja! Siento que cada vez estoy más cerca de mi madre, que este duelo, el dolor no aminora, sino que cambia de lugar en mi corazón.
Esta pieza trata, justamente, de una actriz que perdió a su madre y que no sabe qué hacer con el duelo. Dicha actriz empieza a usar su inteligencia creadora, como Margarita Sánz, quien ya ha vuelto a dar clases y a tomar cursos.
El monólogo se ha convertido en un despertar. “Se va un ser querido y comenzamos a valorar lo esencial de su vida. Ante la muerte se da la conciencia de que la vida se va rapidísimo, que en un momento seremos ancianos, si es que llegamos… si no se vive en lo esencial, se pierde mucho tiempo. No todos los días vivimos bien, pues tenemos problemas, mismos que debemos resolver.”
Campo de estrellas está llena de teatro, puntualizó Margarita Sánz, quien durante la puesta toca cuatro composiciones de su autoría en arpa. Las funciones son todos los martes hasta el 14 de diciembre a las 20:30 horas. Boletos: 150 pesos, con los descuentos de costumbre.