En el preámbulo de las celebraciones del bicentenario, ayer se inauguro la exposición México, 200 años: la patria en construcción, en la cual el presidente, Felipe Calderón sostuvo que la historia nacional ha sido afortunadamente, de mujeres y de hombres, no de santos ni de demonios, sino simple y sencillamente una historia de mexicanas y mexicanos con virtudes, con defectos, con grandes aciertos y con grandes errores, pero al final de cuentas, en el conjunto han hecho la historia de una gran Nación.

No fue el único que este domingo evocó la historia en el Palacio Nacional –corazón político de México, según definición presidencial–: también lo hicieron, con sus matices y su particular visión de la importancia de la historia, los representantes de los otros poderes de la Republica.

El presidente de la mesa directiva del Senado, Manlio Fabio Beltrones, sostuvo: aprender de nuestra historia para emular ese largo periodo de convivencia republicana de los Poderes de la Unión resulta esencial para resolver estas horas difíciles de México.

A su vez, el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nacion, Guillermo Ortiz Mayagoitia, dijo que en la conmemoración del bicentenario de la Independencia y el centenario de la Revolución “debemos ir mas allá de fiestas fastuosas (…) y compartir con el mundo nuestro deseo de ser cada vez una nación más pacífica, cada vez más igualitaria, cada vez más justa”.

Ante centenares de invitados, en su mayoría del mundo de la cultura y de la ciencia, se inauguró la exposición, que alberga piezas de diversos museos nacionales e internacionales, así como de coleccionistas privados. Calderón inició su discurso pidiendo un minuto de silencio para tres connotados mexicanos recientemente fallecidos: Carlos Montemayor, Carlos Monsiváis y Germán Dehesa.

El Presidente aseguró que la cohesión de un pueblo es fundamental en el esfuerzo conjunto para forjarse un futuro mejor. Celebrar significa analizar; celebrar significa discutir sobre la riqueza de nuestra historia, sobre la historia de México.

Consideró necesario que en el contexto de las celebraciones se reflexione sobre la historia, porque sólo así comprenderemos mejor lo mucho que nos une, las diferencias que aún nos separan y los desafíos que debemos superar para forjar un México más justo y más igualitario.

No volver a equivocar el camino: Beltrones

Con sus matices, Manlio Fabio Beltrones definió que la conmemoración de hechos históricos es la capacidad de traer, del ayer al hoy, el tema que se honra. Es usar la memoria para no volver a equivocar el camino.

El priísta añadió que la historia nacional es una “larga travesía en la que se combinan revoluciones y periodos de construcción de reformas institucionales. Esto –dijo– demuestra que la aprobación de nuevos cambios en el país es viable por la vía del consenso entre los poderes”.

Por su parte, Ortiz Mayagoitia insistió en que la conmemoración del bicentenario debe ser un espacio para reflexionar la construcción del país a lo largo de su historia.