Toluca, Edomex, 5 de septiembre. La lucha del poder por el poder mediante la alianza de proyectos antagónicos que desvirtúan la democracia, son una amenaza tan grave para el país como las fuerzas criminales que atentan contra la estabilidad, la ley y el estado de derecho, afirmó el gobernador de la entidad, Enrique Peña Nieto.

Al dirigir desde el salón Morelos de la capital mexiquense un mensaje con motivo de su quinto Informe de gobierno, el mandatario estatal calificó de nuevo tipo de autoritarismo las alianzas electorales que integraron recientemente los partidos de la Revolución Democrática (PRD), Acción Nacional (PAN), del Trabajo (PT) y Convergencia.

Caída económica, por el PAN

Arremetió contra las administraciones federales del PAN, a las que responsabilizó de la caída económica nacional, de la pérdida de competitividad del país, la falta de liderazgo internacional y el aumento del crimen, y aseveró que es falaz y doloso hacer creer que la llegada de un partido distinto al que hoy ostenta la Presidencia de la República, sea una regresión de nuestra democracia.

Peña Nieto inició la revisión de su quinto año al frente del gobierno del estado de México, con la entrega del Informe respectivo ante el Congreso local, al que acudió para, además, escuchar por más de una hora los reconocimientos y críticas a su mandato de parte de los ocho partidos con representación en la presente legislatura. No incurrimos en triunfalismo, y menos en hacer un recuento sobre logros, sino también reconocemos rezagos que aún tenemos pendientes, en la pobreza que aún sigue lastimando la convivencia ciudadana y en seguridad pública, dijo en presencia del titular de la Secretaría de Gobernación, Francisco Blake, representante del presidente Felipe Calderón.

En el estado de México sus poderes y los distintos niveles de gobierno han venido trabajando en un clima adverso por la escalada de violencia que observamos generalizada en el país. Por eso coincido en la necesidad de trazar los objetivos claramente definidos, definir también la participación clara, puntual, de cada nivel de gobierno y de cuáles serán los recursos adicionales que se destinen a cada una de estas tareas, respondió a los principales señalamientos de PAN, PRD, PT y Convergencia.

Luego, ya sin la presencia del secretario de Gobernación, se trasladó al salón Morelos, en el que lo esperaban 2 mil invitados, además de mil más que lo siguieron en pantallas dispuestas para tal propósito en el palacio de gobierno, ante quienes detalló los avances en materia de infraestructura, salud, educación, empleo y desarrollo rural del penúltimo periodo de su mandato, mismos que revisará el Congreso local, y dio paso a las severas críticas a los resultados del gobierno federal y las alianzas que conformó con los partidos de izquierda en las pasadas elecciones.

Subrayó que, a pesar de la estabilidad macroeconómica, de 2000 a 2009 México registró el crecimiento más bajo de las últimos ocho décadas. De 183 países, ocupa el lugar 157 en crecimiento acumulado, y ya no pertenece al grupo de las 10 economías más grandes del mundo.

En competitividad pasó, lamentablemente, del lugar 42 al 60. Las tasas de desempleo se han duplicado y los mexicanos en pobreza suman más de 50 millones, además de que tanto el desempeño interior como en materia de política exterior, no han podido evitar que México se rezague y pierda liderazgo, particularmente en América Latina. Hay voces, dijo, que incluso han descalificado al país, al grado de considerarlo un Estado fallido.

No comparto este señalamiento, subrayó Peña Nieto, quien consideró que se trata de la falta de acuerdos y el aplazamiento de decisiones fundamentales lo que ha causado la ausencia de logros trascendentes. Destacó que si actualmente las fuerzas criminales se han convertido en enemigos de la tranquilidad y la convivencia cotidiana, no se trata del único riesgo que enfrenta el país, hay otra grave amenaza que deriva de alianzas electorales entre partidos antagónicos.

Lo que requiere el país es congruencia, no se puede convocar a la unidad de propósitos y, al mismo tiempo, actuar por consignas o intereses electorales. Seamos claros, el poder por el poder mismo es una forma de autoritarismo, tiende a reducir las opciones de la gente y lesiona el espíritu de la democracia. Igualmente autoritario es caer en la tentación de usar a las instituciones públicas para fines particulares o partidistas.

Consideró entonces que si por el contrario, los partidos contribuyeron y participaron ya en una transición, no se puede excluir ni descalificar a ninguno de ellos. Es falaz y doloso hacer creer que la llegada de un partido distinto al que actualmente ostenta la Presidencia de la República sea una regresión de nuestra democracia. Desterremos los reclamos y recriminaciones al pasado.

Llamó a los actores políticos a ver hacia adelante, para tener rumbo y superar la parálisis, el proyecto de futuro no pasa por la restauración del viejo régimen. Respecto de su relevo, ofreció que en las elecciones locales del año próximo contribuirá para que se éstas apeguen a las reglas de la democracia.

A esta reunión, que duplicó en asistentes a la convocada hace unos días por el presidente Felipe Calderón en Palacio Nacional, acudieron el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, José Narro Robles, además de rectores de otras casas de estudios del estado y del país; los coordinadores del PRI en las cámaras de Senadores, Manlio Fabio Beltrones, y de Diputados, Francisco Rojas; la presidenta del tricolor, Beatriz Paredes; el secretario general, Jesús Murillo, y el ex candidato presidencial Roberto Madrazo.

El jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, cuyo desempeño reconoció en un par de ocasiones, así como la gobernadora de Yucatán y los gobernadores de Campeche, Coahuila, Colima, Chihuahua, Hidalgo, Nuevo León, Oaxaca, Querétaro, Quintana Roo, San Luis Potosí, Sinaloa y Puebla, a quien no mencionó en su discurso, además de los gobernadores electos.

Dirigentes nacionales y estatales de los partidos políticos del país y del estado, legisladores federales, embajadores y cuerpo diplomático acreditado en el país, líderes de organizaciones sindicales, empresarios nacionales y estatales, representantes de las iglesias y asociaciones religiosas del estado y del país, así como empresarios de la comunicación, entre otros.