La remoción del director del Registro Federal de Electores (RFE), Alberto Alonso y Coria, es consecuencia de las presiones del PRI para controlar esa estratégica dirección del Instituto Federal Electoral (IFE) de cara a las elecciones de 2012, denunció el representante del Partido de la Revolución Democrática, Rafael Hernández.

“Se pretende –agregó– colocar un sustituto afín a los intereses de ese partido, medida que ha sido acompañada de intentos de algunos consejeros por debilitar la Comisión Nacional de Seguimiento del padrón electoral.”

Hernández subrayó que Alonso y Coria había logrado el consenso de los partidos sobre el manejo del padrón electoral y generar algo fundamental en ese instrumento central para la organización de las elecciones: certidumbre. El perredista acusó al PRI de querer apropiarse de esta instancia sometiendo a fuertes presiones al consejero presidente del IFE, Leonardo Valdés, para lograr remover a Alonso y Coria.

Otras fuentes partidistas señalaron que la pretensión, al obligar a dimitir a Alonso y Coria –cuya renuncia se hace efectiva a fin de mes– aun en medio del reto que implicará al IFE el cambio de millones de credenciales 03, es lograr el control del organismo, para lo cual, dijeron, se pretende promover a Eduardo Rojas, actual coordinador administrativo del RFE.

Rojas era asesor del consejero electoral Francisco Guerrero –uno de los que el PRI promovió para llegar al IFE y quien en su momento presidió la Comisión del Registro Federal de Electores–, y hace unos meses se le impulsó al área administrativa del RFE, según fuentes partidistas consultadas sobre este movimiento en el instituto, y el cual, consideraron, sería la ruta para que el tricolor tenga incidencia mayor en el organismo.

La medida se estaría dando ahora porque existe una correlación de fuerzas entre los consejeros que respaldarían la postulación, dado que hacia finales de octubre próximo los consejeros electorales Marco Antonio Gómez Alcántar y Virgilio Andrade –los cuales llegaron al IFE impulsados por el PRI y el PVEM– y Arturo Sánchez –promovido en su momento por el PAN– concluirán su gestión y la Cámara de Diputados deberá nombrar tres nuevos consejeros.

Alonso y Coria llegó al IFE en la gestión de José Woldenberg y fue el único de los funcionarios de alto nivel que permaneció en el cargo en la administración de Luis Carlos Ugalde. Continuó durante los primeros años de Valdés y deja la institución 12 años después.

Al expresar su preocupación sobre el riesgoso rumbo que estaría tomando el RFE, Hernández aseguró que la decisión de remover al director del registro es una respuesta a las presiones que el IFE ha comenzado a resentir por parte del PRI rumbo a los comicios de 2012. Comentó que el manejo del padrón electoral es fundamental en una elección y este cambio también estaría orientado hacia su control para los estratégicos comicios del estado de México en 2011.

Cuestionado sobre las versiones en torno a la supuesta presión de consejeros para lograr el cambio, dijo no tener evidencias de que hubiera ocurrido, sin embargo llamó la atención de que esta medida se registra de manera paralela a las acciones que consejeros electorales auspician en el seno del RFE.

El control del cargo del registro se posibilitaría porque paralelamente algunos consejeros han impulsado cambios en la Comisión Nacional de Seguimiento del RFE, instancia que los partidos tienen para la vigilancia del padrón, a los cuales se busca debilitar en su presencia.

En este sentido, parece tener lógica por un lado la presión del PRI para remover a Alonso y Coria de la dirección del registro y por otro lado impulsar cambios para debilitar la presencia de los partidos en la vigilancia del padrón. Esta combinación es muy preocupante para el PRD porque conforma un escenario muy negativo y de retroceso para el instituto y para la credibilidad de las elecciones en el año 2012, concluyó Hernández.