En el marco esplendoroso del Palacio de Bellas Artes, como lo calificaron los organizadores, ayer se realizó la ceremonia de pesaje para la función boxística Gala del Bicentenario, a realizarse el próximo 11 de septiembre en la Plaza de Toros México.

Los contendientes, encabezados por la campeona mundial supermosca Ana María Torres, cumplieron con el requisito de estar entre los límites establecidos, de acuerdo con sus categorías, y fueron premiados con aplausos por los aficionados, quienes primero se acercaron con curiosidad para ver de qué se trataba la aglomeración, para al final conseguir carteles y buscar afanosamente los autógrafos de los pugilistas, que además anduvieron en el Turibús por Paseo de la Reforma.

Para mostrar una de las estampas de la ciudad de México, los peleadores llegaron en Turibús y subieron a la llamada romana ubicada enfrente de Bellas Artes, en un hecho inédito en la historia del boxeo nacional.

Dentro del reglamento

La belleza del recinto no los incomodó y, con tal de dar el peso requerido, Édgar Sosa no tuvo reparos y se quedó en calzoncillos, lo que provocó uno que otro silbido y el rubor del ex campeón mundial, que de inmediato se vistió, mientras la Guerrera Torres, sin mayores problemas, se pesó en pants y top.

Sosa pesó 53.600 kilos, lo que está dentro del reglamento para dar el próximo viernes, en el pesaje oficial, los 50.800 y disputar el cetro internacional supermosca del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) ante el filipino Ryan Bito.

Se trata de un rival de primer nivel, porque voy a recuperar el título mundial. Lo más difícil han sido los entrenamientos, pero ya estoy cerca y sólo me mantendré. Mi pronóstico es de una gran victoria, porque estoy en mi casa y con mi gente. Una derrota no pasa por mi mente, expresó el apodado Iron Man, por las placas de titanio que tiene en el rostro luego del cabezazo de Rodel Mayol.

Torres fue de las más buscadas por los aficionados y la que más aplausos se llevó cuando el organizador, José Luis Villuendas, informó que se eligió como retadora a la mejor rival posible, la alemana Alesia Graf, quien fue dos veces monarca mundial y el año pasado fue considerada la mejor boxeadora del orbe.

Estoy muy contenta por todas las muestras de apoyo que he recibido en estos días. Todo eso me compromete y les aseguro que las mujeres brindaremos la mejor pelea de la noche, señaló la mexiquense.

La Guerrera registró 52.500 kilos, tan sólo 300 gramos más que el límite requerido para disputar el cetro supermosca femenil del CMB. El peso no ha sido un problema, al contrario, en estos días voy a tener que comer muy bien, tal vez hasta tres veces al día, para no irme para abajo, observó.

Por su parte, Willie Limond, rival de Érik Morales, solicitó que el pesaje se realizara por la tarde, ya que había arribado la noche del viernes y deseaba hacer un entrenamiento previo.

El escocés disputará el campeonato internacional superligero del CMB a Morales, quien no asistió al pesaje para mantenerse concentrado un día más en el Centro Ceremonial Otomí. Limond, quien dijo estar admirado por los sitios turísticos que había observado, calificó al Terrible de un gran boxeador. Cuando se le preguntó si iba a ganar, se limitó a responder: Voy a dar lo mejor de mí.

Otros que tampoco tuvieron problemas con la báscula fueron Daniel Estrada y Reyes Sánchez, púgil de Neza que llevó una porra de motociclistas. Va a ser la pelea de la noche, no se la pierdan, expresó el Tremendo Estrada sobre la contienda por el cetro mundial plata ligero del CMB.

Villuendas insistió en que buscaron armar peleas niveladas y pidió a los aficionados que asistan a la Plaza de Toros porque el combate será transmitido a escala mundial por ESPN. Debemos mostrar una plaza llena y así invitar a los turistas a que vengan, porque esta es una ciudad segura, señaló, e informó que hay 20 mil localidades a 50 pesos.

En el mismo tenor, Gerardo Villanueva, director general del Instituto del Deporte del Distrito Federal, destacó que hay que mostrar al mundo que tenemos una ciudad hospitalaria.