Domingo 5 de septiembre de 2010, p. a20
Indicarle una dirección a un desconocido es un acto de cortesía elemental. Madison, niña alegre y confiada, así lo hace cuando un auto negro se detiene a su lado y el conductor le pregunta dónde puede encontrar un veterinario para su gato enfermo. En ese momento se inicia una larga historia de secuestro en la que Madison deberá recurrir a todas las herramientas que conoce para mantener con vida la esperanza de volver un día a su casa, y vencer a un hombre apocado e inofensivo, pero que no tiene la menor intención de dejarla ir. Nunca olvides que te quiero, Delphine Bertholon. Trad. Carme Geronès. Ed. Grijalbo, 336 pp. 229 pesos.