La Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) planteó una reingeniería del Programa Especial Concurrente (PEC) cuyo presupuesto promueva más bienes públicos –como el desarrollo de infraestructura o investigación– que bienes privados, y en esa nueva fórmula propone reorientar los subsidios.

Al participar en la séptima edición del Foro Global Agroalimentario, organizado por el Consejo Nacional Agropecuario (CNA), el titular de esta dependencia federal, Francisco Mayorga Castañeda, dijo que por bienes públicos se entiende infraestructura, capacitación, investigación, desarrollo, promoción de mercados dentro y fuera del país o, entre otros, programas de manejo de riesgos.

Aunque todavía se desconoce el presupuesto para el próximo ejercicio, explicó que la Sagarpa quiere que este sea más coordinado entre las diferentes instancias del gobierno federal y entre los tres niveles de gobierno; un presupuesto más dirigido a la conducción del sector que abierto a la demanda individual de quienes tienen capacidad de gestión; un presupuesto más orientado a la generación de bienes públicos que a compensar, a través de los bienes privados, las deficiencias en la competitividad del país.

Agregó que estas transformaciones no significan cancelación de proyectos privados o individuales, ni reducción de subsidios, sino el desarrollo de proyectos más planeados y orientados a necesidades muy determinadas, que además ayuden al sector a prepararse para enfrentar los desafíos del cambio climático.

En el foro participaron, entre otros, el secretario de Economía, Bruno Ferrari García de Alba; el de la Reforma Agraria, Abelardo Escobar Prieto, y el presidente del CNA, Juan Carlos Cortés García.

Escobar Prieto sostuvo que en la actual administración se han formalizado mil 123 proyectos de inversión pública y privada en ejidos y comunidades por un monto de alrededor de 64 millones de pesos, con lo cual se estima que se podrán generar 19 mil 500 empleos directos y cerca de 29 mil indirectos.

Asimismo aseguró que en estos momentos se cuenta con un catálogo de inversionistas interesados en colocar su capital en tierra ejidal o comunal, y otro conformado por alrededor de 6 mil núcleos agrarios con potencial productivo.

El titular de la Secretaría de Economía dijo que el sector agroalimentario genera más de 9 por ciento del producto interno bruto, emplea más de 13 por ciento de la población ocupada y ha convertido a México en el decimosegundo exportador mundial de alimentos. Sin embargo, subrayó, aún queda mucho por lograr para que el campo se modernice, eleve su productividad y desarrolle nuevos mecanismos de distribución para hacerlo más competitivo.

Cortés García mencionó que en el foro se destacó que el cambio climático es una realidad, que traerá consecuencias profundas en el sector y que va a modificar de fondo la frontera de producción global del sector agropecuario.

Lo que ocurrió con el mercado del trigo ruso, el cierre de fronteras, no fue una tema crítico, porque el balance con la producción de otros países está haciendo que no sea crítico, pero es señal de alerta.

Otro de los hallazgos, añadió, es que la demanda de alimentos va a seguir creciendo y estos dos asuntos –la reducción de la producción por el cambio climático y la mayor demanda global de alimentos– en algún momento, en el tiempo, se van a encontrar.

Por lo tanto, expresó, son tiempos profundos, que hay que enfrentarlos y tomar las decisiones correctas.