Teherán 3 de septiembre. El presidente iraní, Mahmud Ahmadinejad, aseguró que tanto las conversaciones directas de paz como Israel están condenados al colapso, mientras en Irán se desarrolló una jornada de protestas masivas contra la ocupación de los territorios palestinos.

Las conversaciones están condenadas al fracaso, porque su agenda es irrelevante y no se centra en el asunto principal, que es la retirada de los sionistas de los territorios palestinos, expresó Ahmadinejad ante una multitud congregada en la Universidad de Teherán, un día después de la reanudación de los diálogos de paz de Medio Oriente apoyados por Estados Unidos.

Durante la reanudación de las negociaciones directas israelí-palestinas el jueves en Washington, Netanyahu y Mahmoud Abbas se comprometieron a reunirse cada dos semanas el año próximo para tratar de lograr un acuerdo de paz en Medio Oriente.

Ahmadinejad señaló que las charlas, que buscan terminar con un conflicto de seis décadas, fracasarán nuevamente y criticó a algunos líderes musulmanes por no brindar su total apoyo a los palestinos en su revuelta contra Israel.

El tema palestino no puede ser resuelto mediante negociaciones con los enemigos de la nación palestina. Resistir es la única forma de rescatar a los palestinos, expresó el mandatario en un discurso transmitido en vivo para conmemorar el día de Al-Quds (Jersusalén) en la república islámica.

En Irán, la televisión mostró imágenes de enormes multitudes gritando muerte a Israel y muerte a Estados Unidos, que llevaban carteles proclamando Jerusalén nos pertenece o agitando banderas palestinas.

En Gaza, miles de partidarios de la Jihad Islámica y de Hamas se reunieron para conmemorar el día de Jerusalén y condenar las negociaciones de paz.

Por su parte, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, no excluye realizar un referendo en Israel si llega a concluir un acuerdo de paz con los palestinos, informó el viernes la radio pública israelí. Este referendo podría tener lugar en menos de un año, una vez que se haya firmado un acuerdo marco que establezca las grandes líneas de una solución definitiva al conflicto.