El sistema electrónico implicará la desaparición de la figura de impresores autorizados
El nuevo mecanismo será obligatorio para las empresas que facturen más de 4 millones al año
Sábado 4 de septiembre de 2010, p. 23
El gobierno perdió 38 mil millones de pesos en la recaudación fiscal por el uso de facturas apócrifas, informó el jefe del Sistema de Administración Tributaria (SAT), Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena.
Anunció que como una medida para combatir la evasión fiscal por el uso de falsas facturas de papel y tal como prevén las más reciente reforma al Código Fiscal de la Federación a partir del primero de enero de 2011 iniciará el cambio paulatino de la facturación electrónica.
Será obligatoria en el caso de aquellas empresas que facturen más de 4 millones de pesos por año y será optativa para negocios y particulares con ingresos menores a ese monto.
Gutiérrez Ortiz Mena aclaró que el plazo máximo para que los contribuyentes con ingresos anuales debajo de los 4 millones de pesos utilicen facturas de papel será hasta que venza su vigencia de dos años, sin importar el monto que amparen.
También indicó que quienes ganan más de 4 millones al año podrán seguir utilizando facturas en papel pero en operaciones menores a los 2 mil pesos.
El cambio a las facturas electrónicas implica la desaparición de la figura de los impresores autorizados
, calculados actualmente en 7 mil personas, ya que cualquier particular o empresa podrá imprimir la nueva papelería que debe contener un elemento de seguridad adicional (un código de barras bidimensional) que será proporcionado gratuitamente por el SAT previa solicitud de folios por parte de los interesados con su firma electrónica avanzada (Fiel) a través del portal de Internet de la dependencia.
El SAT indica que los impresores podrán ofrecer una gama muy amplia de servicios, como la renta de equipo e Internet para la impresión de comprobantes con características especiales y en altos volúmenes
.
En conferencia de prensa, Gutiérrez Ortiz Mana explicó que las facturas en papel generan áreas de oportunidad para la evasión fiscal
ya que se realizan operaciones con papelería apócrifa y existen empresas dedicadas a su reproducción, falsificación y comercialización ilegal. Además su impresión genera diversos problemas de eficiencia, tiempo, carga administrativa, costos económicos y hasta ecológicos, ya que se cortan entre 50 y 60 árboles por cada millón de facturas.
En contraste se pretende que el gobierno obtenga con la facturación electrónica mayor seguridad jurídica, dificultando la generación de comprobantes apócrifos que afectan a la economía formal, por lo que su uso disminuye los riesgos de fraude y evasión fiscal
. Según el SAT con este tipo de facturas podrá recaudar contribuciones omitidas y rastrear operaciones de comercio exterior.
Estadísticas del organismo indican que de 2005 a la fecha se han expedido más de 849 millones de facturas electrónicas (56 por ciento en este año), correspondientes a 38 mil contribuyentes y sólo 7 mil impresores autorizados. Las autoridades fiscales prevén que para 2012 las facturas electrónicas rebasen los 4.5 millones y los contribuyentes se beneficien con la reducción de trámites y plazo de devolución de impuestos.