Lima, 3 de septiembre. Un comentario del ex futbolista peruano José Velásquez contra naturalizados en la selección de su país resucitó una vez más el recuerdo de lo ocurrido en el Mundial de Argentina 1978, cuando el equipo anfitrión goleó 6-0 a los andinos en un partido con muchas suspicacias.

Es mejor que siempre jueguen peruanos, los otros siempre se prestan para cosas, dijo Velásquez en una entrevista radiofónica, quien no dudó en referirse específicamente al argentino Ramón Quiroga, quien estuvo en el arco peruano en aquel partido.

“No me gusta hablar de otros, pero lo de Quiroga nunca me gustó. Con seis jugadores de la selección hablamos un día antes con Marcos Calderón (el técnico) y le pedimos que no lo hiciera jugar ante Argentina.

Él nos dijo que no lo haría, pero al día siguiente nos sorprendió ver que jugó. Nosotros no pudimos hacer nada porque eso vino de arriba, decidieron otros, dijo el Patrón.

Las palabras de Velásquez están vinculadas con las sospechas en torno de aquel partido, cuyo resultado permitió a los argentinos avanzar, a lo que luego sería la obtención del título.

Versiones insistentes nunca probadas hablan de acuerdos a alto nivel entre las entonces dictaduras de Argentina y Perú, y la supuesta materialización de un acuerdo mediante el cual algunos jugadores recibieron prebendas por permitir la goleada, de la que los argentinos necesitaban para avanzar.

“Yo tengo la conciencia limpia. Siempre puse la cara por Perú y si hubiera habido algo raro no estuviera viviendo en el país, y vivo aquí hace 40 años. Estoy cansado de todo esto y el boludo (estúpido) de Velásquez viene a hablar pelotudeces (tonterías)”, respondió Quiroga de inmediato.

La presencia de un argentino en la portería ha contribuido con las suspicacias, aunque comentaristas afirman que no fue necesariamente el arquero sino algunos de sus compañeros los que tuvieron una actitud sospechosa en ese partido.

Los acusados siempre han negado cualquier responsabilidad y exigen que no se hable más de un tema que, afirman, les ha hecho mucho daño.

El nuevo técnico de la selección peruana, el uruguayo Sergio Markarián, dijo esta semana que podría convocar a naturalizados, lo que según periodistas fue una alusión al argentino Gustavo Rodas, de León de Huánuco, que juega de 10 clásico, una posición para la que no hay alternativas entre los andinos.

Aunque en la selección de Perú han jugado varios naturalizados, el caso más estigmatizado es el de Quiroga, pues su paso fue en la década de 1970, época de oro del futbol inca.

Chupete, de 60 años, se quedó a vivir en Perú, donde hoy es comentarista de televisión.