Érick Gregorio Guerrero Paz, operador del tractocamión que transportaba los cadáveres de 56 migrantes asesinados en el rancho de San Fernando, ingresó ayer al Reclusorio Norte por ser presunto responsable de los delitos de lesiones culposas y daño a propiedad ajena.

El joven de 21 fue contratado por la empresa Autoexpress Internacional de Reynosa para conducir la unidad de carga a la ciudad de México. Al llegar a las instalaciones del Servicio Médico Forense, Guerrero Paz no supo medir la distancia entre su unidad y los automóviles que se encontraban estacionados. El saldo fue de una joven atropellada y cuatro vehículos golpeados.

Al no poder cubrir la fianza de 103 mil pesos que le fijó el Ministerio Público, el chofer fue privado de su libertad.

Yo nada más fui contratado para el puro viaje. No sabía qué traía de carga. Hasta ahora me doy cuenta. Yo no cargo los camiones, sólo paso por ellos. Me vine solo, nadie me escoltó y ahora al dar la vuelta me llevé a la muchacha y a los carros, pero no venía recio, aseguró Guerrero Paz después del percance.

Los peritajes realizados por los agentes ministeriales adscritos a la coordinación territorial Cuauhtémoc 8 indican que en el momento del accidente, Érick Gregorio no presentaba estado de ebriedad y tampoco había indicios de que estuviera bajo el influjo de estupefacientes.

El delito se calificó de culposo, con lo que se abrió la posibilidad para que Guerrero enfrente su juicio en libertad bajo caución.

Sin embargo el monto económico no ha sido pagado. Hasta el cierre de esta edición ni el gobierno federal ni los representantes de la empresa transportista habían cubierto la fianza.

Durante el accidente una patrulla federal escoltaba al tractocamión. Testigos refieren que el vehículo oficial circulaba detrás del tráiler y que el olor que salía de éste era insoportable, lo que hace pensar que el camión no contaba con frigorífico.