La inversión en creación cultural contribuye a la cohesión social al modificar los patrones de violencia, segregación, adicciones y frustración que marcan mucho de las sociedades modernas, sobre todo en donde hay grandes concentraciones urbanas, afirmó ayer el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard Casaubon, al inaugurar el Corredor Cultural Santa Fe.

Reconoció la participación de los vecinos y colonos de Santa Fe en la decisión de cómo se invierten los recursos que les corresponden. Es el único modelo que tenemos en la ciudad y me parece que ésta es otra muestra de que vale la pena respaldarlo y seguir adelante.

El domingo pasado habitantes de la zona se quejaron de que la asociación de residentes de Santa Fe recibía recursos del gobierno capitalino, pero sólo para mejorar la zona residencial y de corporativos, y externaron su rechazó a las 35 esculturas de reconocidos artistas colocadas a lo largo de la avenida Vasco de Quiroga. Incluso, amagaron con derribarlas pues en lugar de mejorar las vialidades o el drenaje de sus calles se gastan el dinero en esas obras.

Ayer, el mandatario local habló de la importancia de construir una comunidad que vincula oficinas corporativas, visitantes, que son más o menos 220 mil al día, con zonas populares de las delegaciones Álvaro Obregón y Cuajimalpa, colindantes a este desarrollo, que se conectan en un espacio público en torno a la belleza.

Un principio básico a la equidad y el acceso para todas y todos. Eso va a crear comunidad, me parece una iniciativa muy importante y relevante, defendió.

Además de las esculturas, el Corredor Cultural Santa Fe considera la remodelación de tres glorietas, un corredor peatonal, ciclopistas, la operación del programa Ecobici y espacios para que los visitantes admiren la exposición permanente.

Ebrard Casaubon explicó que se trabaja en 300 puntos de la ciudad, entre ellos los centros históricos de la capital y de Coyoacán, el entorno de la Basílica de Guadalupe, los viveros y el Faro de Oriente de Iztapalapa.

Muchas veces se piensa que las políticas culturales y la belleza son para las élites y que, en última instancia, es un presupuesto del cual se puede prescindir. De hecho, el presupuesto en cultura es pequeño, pero lo que hemos descubierto en las acciones públicas que refiero es que donde hay inversión cultural se crea comunidad, señaló.