“No viajen a México porque Los Zetas están matando mucha gente”, dice el ecuatoriano
Viernes 3 de septiembre de 2010, p. 15
El ecuatoriano que sobrevivió a la masacre perpetrada en San Fernando, Tamaulipas, reveló en Quito, Ecuador, en sus primeras declaraciones públicas a una televisora local, que el grupo de migrantes era de 76, y que dos estarían desaparecidos. Narró con detalle lo sucedido en su travesía y llamó a sus connacionales a no viajar más a México “porque Los Zetas están matando mucha gente”.
Funcionarios mexicanos indicaron que el ecuatoriano ya no tendrá que declarar personalmente ante la Procuraduría General de la República (PGR), y en caso de ser requerido para la identificación de alguno de los homicidas, se solicitaría su comparecencia por medio de recursos jurídico-diplomáticos, pero ya no regresaría a México.
La PGR descarta reconstruir los hechos en la finca donde 72 migrantes de Centro y Sudamérica fueron asesinados el pasado 23 de agosto presuntamente por miembros del cártel de Los Zetas, debido a que no se investiga la forma en que ocurrieron los hechos, sino se busca identificar a los responsables y acreditar la comisión de los delitos.
En Quito, el sobreviviente dio su primer testimonio de lo ocurrido a la televisora local Gama Tv. Aunque en la pantalla se mostraba su nombre completo, el rostro le fue cubierto. Declaró haber viajado más de 20 días para llegar a México.
Narró que fue de Ecuador a Honduras. Luego se le trasladó a Guatemala, donde pasó 15 días. Más tarde cruzó en lancha a México. Pasó por Veracruz y llegó a Tamaulipas.
El sábado (22 de agosto) como a las 10 de la noche nos rodearon tres carros. Salieron como ocho personas bien armadas y nos metieron en otros dos carros
, afirmó.
“Nos llevaron a una casa. Allí estuvimos un día. Luego nos llevaron a otro lado. Ahí nos amarraron de cuatro en cuatro, con las manos para atrás. Después nos botaron boca abajo y escuché un ruido de disparos. Yo pensé que era algo afuera, pero no, eran disparos a mis amigos.
“Luego entró otro disparándonos, matándolos a todos. Cuando acabaron de disparar se fueron. Esperé dos minutos, me levanté y salí de la casa, caminé toda la noche. Llegué a una casa que estaba muy lejos, salieron dos hombres, les pedí ayuda... pero no me quisieron ayudar.
Luego vi una luz... Seguí caminando hacia la lucecita, corrí como otros 10 kilómetros. Llegué con dolor, pidiendo auxilio, pero nadie me quiso ayudar. Seguí caminando y caminando hasta que se hizo de día y como a las siete de la mañana vi a los marinos mexicanos. Llegué con ellos y les pedí ayuda
.
Eso fue el 23 de agosto, de acuerdo con los reportes oficiales de la Armada de México.
Durante su entrevista llamó a sus compatriotas a “que no viajen más a México porque Los Zetas están matando mucha gente”.
El 24 de agosto efectivos de la Secretaría de Marina localizaron los cadáveres de 72 migrantes, ejecutados presuntamente por no haber aceptado trabajar con esa organización criminal ni pagar rescate, pues no llevaban dinero.
El pasado miércoles, el presidente de Ecuador, Rafael Correa, reveló la existencia de otro sobreviviente de la masacre, sin dar a conocer su identidad, lo cual generó la protesta del gobierno hondureño. Esas revelaciones obligaron al gobierno mexicano a reconocer el hecho.
Hasta el momento se han enviado 16 cadáveres a Honduras, de donde eran originarios, y a pesar de que se dijo que 46 de los 72 habían sido identificados, aún quedan 16 bajo resguardo del Servicio Médico Forense en la ciudad de México.