Rosario Ibarra de Piedra, dirigente del Comité Eureka y senadora de la República, presentó una denuncia ante la Procuraduría General de la República (PGR) contra el ex presidente Luis Echeverría Álvarez por la desaparición forzada de Jesús Piedra Ibarra, quien fue detenido en la ciudad de Monterrey, Nuevo León, en abril de 1975.

Señaló que el ex mandatario debe ser juzgado por todos los casos ocurridos durante su gestión –de diciembre de 1970 a noviembre de 1976–, cuando hubo más de 500 desapariciones en la llamada guerra sucia. “Echeverría no ha sido juzgado por todos los delitos que debería. Muchas madres sufrimos muchísimo por la desaparición de nuestros hijos y él está muy cómodo en su casa de la ciudad de México.

El pasado lunes fue el día del detenido desaparecido, y por ello empezamos con estas denuncias; seguramente las compañeras del estado de Guerrero, presentarán también sus acusaciones.

La legisladora afirmó que contra Echeverría no existe odio ni deseamos que sufra lo mismo que nosotros, pero debería ser juzgado. Sabemos –dijo– que “a lo mejor las autoridades ni hacen nada con esta denuncia, pero se debe exigir justicia. En mi caso, mi hijo lleva 35 años desaparecido y ninguna autoridad ha respondido por ello.

No estamos pidiendo que nos devuelvan huesos, menos aún reparación del daño, porque con qué le reparan a uno el daño de haberle quitado un hijo. Recibir una indemnización es darles permiso para matar. ¡Nadie aquí quiere eso!.

En la denuncia, presentada en la oficialía de partes de la PGR, se argumenta que el 18 de abril de 1975 Jesús Piedra Ibarra fue detenido por elementos de la policía judicial de Nuevo León, al mando del comandante Carlos Solana Macías y los agentes Javier Cortés, Manuel Meuriez, Gustavo Melo Palacios, Donato Granados, Pedro Canizales y Ariel Salazar.

Se menciona que de investigaciones realizadas por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y la PGR se desprende la existencia de diversos testimonios y documentos que permiten establecer la participación de elementos de la Dirección Federal de Seguridad en la desaparición de mi hijo.

Asimismo, se señala que Jesús Piedra Ibarra fue sometido a diversos interrogatorios, y algunos testimonios recogidos por el Comité Eureka refieren que inicialmente fue trasladado al Campo Militar número uno, en la ciudad de México, y allí permaneció hasta 1976; luego fue llevado a la prisión de Santa Martha Acatitla, donde habría estado hasta enero de 1984.