Miércoles 1º de septiembre de 2010, p. 34
Santiago. La Corte Suprema chilena redujo las penas de los asesinos del sacerdote español Antonio Llidó, detenido y desaparecido en los albores de la dictadura de Augusto Pinochet. La decisión, criticada por organismos de derechos humanos, bajó de siete años de reclusión a cinco años de cárcel con libertad vigilada la sanción al jefe de la policía secreta, el general en retiro Manuel Contreras. El fallo también absolvió a otros implicados. El caso Llidó fue uno de los que permitió el procesamiento de Pinochet en España por el juez Baltasar Garzón y su posterior detención en Londres en 1999.