Al concluir este año alrededor de 6.8 millones de mexicanos pasarán a engrosar las filas de la población en condiciones de pobreza, de los cuales 2.5 millones no dispondrán de los alimentos necesarios para cubrir sus requerimientos básicos.

Ése será el saldo que dejará la crisis económica en el país, con lo que el número de pobres en el país sumará un total de 50 millones, de los cuales 19 millones estarán en condiciones de pobreza alimentaria, afirmó el director del Centro de Investigación en Economía y Negocios del Tec de Monterrey, campus estado de México, José Luis de la Cruz Gallegos.

Los datos, informó el especialista, son resultado de la investigación para elaborar el informe Perspectivas Económicas 2010: la recuperación económica del México informal.

Basado en cifras oficiales, el informe señala que en el país la población dedicada a actividades informales rebasó los 12.84 millones, 659 mil 571 más que en el segundo trimestre de 2009; 3.75 millones de mexicanos no perciben ingresos, lo que representa un aumento de 148 mil 427 en el último año; 11.64 millones no tienen acceso a prestaciones distintas de la salud, lo que implica un aumento de 421 mil 648 entre 2009 y 2010, y otros 28.81 millones de habitantes de plano no cuentan con servicios de salud.

Este martes el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) informó que únicamente en el sector construcción el número de personas ocupadas por las empresas del ramo se redujo 3.5 por ciento sólo en junio de este año, respecto del mismo mes de 2009. Esto es, que los trabajadores de ese ramo industrial pasaron de 407 mil 531 a mediados del año pasado a 393 mil 422, es decir, una pérdida de 14 mil 109 fuentes de trabajo menos.

De la Cruz Gallegos puntualizó que si bien el deterioro en las condiciones de vida de millones de mexicanos es atribuible a los efectos de la crisis mundial, también es resultado de políticas económicas mal direccionadas y la falta de una estrategia gubernamental para fortalecer el empleo de calidad y el mercado interno. Mientras la pobreza va en aumento, dijo, el gasto corriente del gobierno presenta una tendencia al alza en los últimos años y se observa que los mayores recursos han servido sólo para pagar prestaciones y remuneraciones de funcionarios públicos.

Tenemos un crecimiento insuficiente y dependiente, sintetizó al tiempo de lanzar una advertencia: en los meses por venir, México deberá estar preparado para enfrentar tiempos de un menor crecimiento económico, donde los flujos de remesas y turistas seguramente serán menores. La válvula de escape que representaba la migración se ha colapsado. En el futuro el país deberá buscar nuevas estrategias de política económica que no sólo permitan impulsar el crecimiento, sino además tengan un efecto significativo en la generación de empleo.