El sector laboral en México ha sido cooptado por un sinnúmero de sindicatos fantasmas o chantajistas, que han hecho de estas organizaciones un negocio negro, con la complacencia del gobierno, de forma que sólo uno de cada 100 trabajadores está en un sindicato real; además, 60 por ciento de los empleados son eventuales, tienen contratos de palabra o por honorarios.

Los abogados laborales Arturo Alcalde, Carlos de Buen y Manuel Fuentes Muñiz, entre otros, coincidieron en expresar tal planteamiento en un foro sobre libertad sindical que organizaron en la Cámara de Diputados integrantes de la Campaña permanente contra los contratos de protección, conjuntamente con la Comisión del Trabajo del órgano legislativo.

Ahí señalaron que los líderes de los sindicatos blancos no son perseguidos, y que las autoridades de la Secretaría del Trabajo les entregan puntualmente su toma de nota, sin elecciones en los gremios, por lo que actúan impunemente. Agregaron que en México no hay una verdadera libertad sindical.

Alcalde planteó que 90 por ciento de los contratos colectivos son falsos: sólo uno de cada 100 trabajadores está en un sindicato real y destacó que los sindicatos blancos están pasando a ser giros negros, pues están vinculados con la delincuencia organizada y chantajean a empresas para venderles protección por dinero.