Roma, 30 de agosto. El líder libio Muamar Kadafi provocó polémica al iniciar hoy una visita de dos días a Italia al declarar que el Islam debe convertirse en la religión de Europa, lo que desató una ola de críticas entre la clase política italiana.

Kadafi, quien llegó el domingo a Roma, dio una charla en un centro cultural de la capital sobre el Islam ante 200 mujeres, seleccionadas por una agencia de modelos.

Una de las frases pronunciadas por el líder libio ocupó este lunes todas las portadas de los diarios: Europa tiene que convertirse al Islam, tituló La Repubblica; el Islam tiene que convertirse en la religión de toda Europa, afirmó La Stampa.

Las declaraciones generaron críticas de los políticos italianos.

Si llamara a la población libia en Trípoli a convertirse al cristianismo posiblemente no volvería sano y salvo a casa, dijo Rocco Buttiglione, del partido Unión de Democristianos de Centro.

El diputado europeo Mario Borghezio, miembro de la Liga Norte, aliado clave del gobierno de Berlusconi, se preocupó por un proyecto peligroso de islamización de Europa, e invitó al gobierno a no fiarse de Kadafi y su filosofía de vendedor de alfombras, en alusión a los posibles contratos que serán claves durante su visita a Italia.

Políticos de la Liga Norte ya han mostraron su preocupación por la participación que tiene Libia –6.7 por ciento– en UniCredit, uno de los mayores bancos del país.

Sin embargo, Berlusconi evitó pronunciarse públicamente.

La visita de Kadafi conmemora el segundo aniversario de la firma de un acuerdo de paz en el que el gobierno conservador de Berlusconi acordó pagar a Libia 5 mil millones de dólares en 20 años, en compensación por las transgresiones cometidas durante tres décadas de mando colonial italiano en la nación norafricana.

Kadafi y Berlusconi se reunieron para abordar las relaciones comerciales entre los dos países.

Por la noche, el premier italiano ofreció a Kadafi la cena de fin del ayuno del Ramadán, en presencia de 800 invitados, tras una gran parada ecuestre, en la que participaron 30 caballos transportados desde Trípoli.