La supervía poniente es un proyecto que carece de sustento; una obra diseñada a partir de una declaratoria de necesidad que contiene datos falsos e incompletos y que, lejos de resolver el problema de movilidad en la ciudad y ser una causa de utilidad pública, es un negocio para las empresas concesionarias.

Lo anterior forma parte de las conclusiones del foro Supervía a debate: mitos y realidades, realizado ayer al mediodía en la sede de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, al cual el gobierno capitalino decidió no asistir.

Ciudadanos que se oponen a la vialidad de cuota, representantes de organizaciones no gubernamentales y expertos en planeación y movilidad urbanas discutieron alternativas a la supervía. Alertaron sobre el plan de rescate firmado por las autoridades en el título de concesión, donde la empresa no pierde se haga o no la obra; al contrario, el gobierno será quien deberá pagarle lo invertido si se cancela o el negocio no resulta.

Advirtieron que las autoridades utilizan una estrategia de terror, pues afirman sin fundamento, que de no construirse la vía de peaje la ciudad se colapsará.

Respecto a la declaratoria de necesidad, publicada el 11 de diciembre del 2009 –decreto que sustenta la concesión otorgada a la inmobiliaria Copri, a la constructora Atco y a la empresa española OHL–, se argumentó que se basa en estudios técnicos poco serios y afirmaciones falsas como que la circulación de los cuatro millones de automóviles, que calcularon existen en la ciudad, se ordenará con la construcción de la supervía.

“No existe utilidad pública. Es un negocio multimillonario, una concesión de usufructo del derecho de la vía pública y los datos para sustentar la supervía fueron y manipulados”, advirtió Belisario Hernández Romo, especialista en ingenierías de tránsito y movilidad urbana.

Vecinos de Magdalena Contreras, Álvaro Obregón, Cuajimalpa y Tlalpan, representantes del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro, Bicitekas y Cencos acudieron al debate que organizó el frente amplio en respuesta al emplazamiento de las autoridades a analizar y proponer alternativas.

Jorge Jiménez Alcaraz, premio nacional al Mérito Profesional 2005, indicó que la supervía no es una solución integral y representa un potencial endeudamiento del gobierno capitalino.Se piensa en lo esencial que es mover a los coches, no a las personas, sostuvo.