Es obvia la reacción de la gente si no ganamos, dijo el técnico Manuel Lapuente
Simplemente no metimos el balón, pero lograremos consistencia poco a poco, señaló
Lunes 30 de agosto de 2010, p. 3
América no pierde, pero tampoco gana y menos convence. Ayer, luego de ir abajo en el marcador, alcanzó a empatar 1-1 con el Necaxa, en un partido sin mucho futbol, a ratos trabado en la media cancha y con algunos chispazos de emotividad.
Con este resultado en el cierre de la sexta jornada, los de Coapa alargaron a 19 encuentros su racha sin caer en el estadio Azteca y se mantienen a la vanguardia del grupo dos, abajo del Toluca, con nueve puntos, en tanto que los rojiblancos suben a la cuarta casilla del primer sector, con seis unidades.
El encuentro, jugado en la casa del hermano mayor, fue trabado en la mitad de la cancha, con algunos disparos de media distancia, como el de Israel López desde fuera del área que Guillermo Ochoa vio pasar lejos, y al minuto 14, Barbosa, en acción similar, con un tiro que igualmente terminó en las tribunas.
Ambos cuadros se movían con demasiado respeto y sin buen futbol. Hubo faltas que no dejó pasar el silbante Juan Genaro Medrano, marcadas como tarjetas amarillas antes de cumplirse el minuto 25.
Los aproximadamente 25 mil aficionados asistentes al coso de Tlalpan guardaban silencio, aunque cuando Daniel Montenegro intentó hacerle un túnel al argentino Pablo Quatrocchi, no faltó quien reprobara su fallida acción con sonora rechifla.
O el grito ahogado de la centena de seguidores rojiblancos, al momento en que Juan Carlos Mosqueda buscó hacer daño con un tiro de media distancia, al minuto 30, aunque su ejecución salió apenas desviada del travesaño americanista.
América no terminaba de ajustar su brújula. Una muestra de ello fue cuando Vicente Matías Vuoso perdonó al minuto 40, pues no alcanzó a rematar un balón centrado, teniendo ya vencido al portero mundialista Óscar Conejo Pérez.
Dos minutos después, Necaxa atacó la guarida de Ochoa con una llegada de Barbosa por la derecha; éste mandó un servicio a Darío Gandín, quien a su vez alcanzó a acomodarse para conectar con dirección a gol, aunque en la trayectoria el esférico alcanzó a ser desviado por Rosinei, para la primera anotación de los visitantes. Así se fueron al descanso.
Para la parte complementaria, América salió con ganas de no dejarse ofender por su hermano menor y en la segunda llegada Rolfi Montenegro recibió un pase medido pegado a la línea de la media luna, que culminó con un disparo inofensivo.
Después, Luis García condujo el esférico hasta el área del América, centímetros antes de la línea final centró con fuerza un balón que no alcanzó a desviar la zaga y que, por dudar acaso un segundo, Gandín remató sin fuerza y terminó en las manos de Ochoa.
Al cumplirse el minuto 55, Vicente Sánchez conectó con fuerza desde los linderos del área grande un obús que rechazó Óscar Pérez, y segundos después de nueva cuenta América regresó al área por conducto de Enrique Esqueda, quien sirvió al centro, Daniel Márquez alcanzó a peinar y Vuoso llegó al contacto, aunque en el último toque Luis Padilla salvó su meta.
El cuadro de Coapa siguió encima del rival, con otra acometida de Vuoso, quien soltó un disparo desviado. Los aficionados empezaron a abuchear al equipo de casa y ni el nuevo remate de Vuoso, apenas arriba del travesaño, los calló.
Tremendo susto se llevaron los hinchas rojiblancos cuando Óscar Pérez debió rifarse el físico al minuto 73, en una jugada en la cual enganchó el esférico sobre la línea de gol tras un rebote de la zaga, pero, al 76, Daniel Márquez se acomodó y de severo frentazo firmó el tanto de la igualada.
La tónica del partido se mantuvo los siguientes minutos, con llegadas de ambos bandos, y algunas acciones que obligaron a los asistentes a levantarse de sus lugares, pero despidieron a los anfitriones con tremenda rechifla.
Mejoramos en el segundo tiempo
El técnico Manuel Lapuente aceptó lo obvio al comentar: Tuvimos un mal primer tiempo, y aunque mejoramos en el segundo no nos alcanzó para ganar. Simplemente no la metimos. Así es esto
.
Durante el descanso, recordó a sus dirigidos que no debían precipitarse y buscar mayor movilidad ofensiva. Calificó de normal
el sonoro abucheo con que fue despedida la escuadra. Lo que quieren es ver ganar a su equipo y es obvio que respondan así si no lo hacemos
, y adelantó que eso deberá tener pronto una solución.
De ahora en adelante sólo resta corregir lo que le ha faltado al conjunto: Ganar consistencia, aunque esto lo lograremos poco a poco
.
Omar Arellano, estratega necaxista, se dijo muy contento con el esfuerzo de sus pupilos, a quienes agradeció el empeño que mostraron.
No escondió su tristeza, porque pese al esfuerzo que han hecho en las seis primeras fechas no han podido alejarse de la zona de descenso, por lo que debemos buscar más puntos en cada partido para evitar justamente abandonar la primera división
.