El vocero de la arquidiócesis de México, Hugo Valdemar, acusó a Marcelo Ebrard de incurrir en posible delito de peculado por abuso de poder y utilizar las diversas instancias del Estado para ir con toda la maquinaria del gobierno en mi contra.

En rueda de prensa, luego de la homilía dominical en la Catedral Metropolitana, el presbítero afirmó que en la denuncia de Ebrard contra él y el cardenal de Guadalajara, Juan Sandoval Íñiguez, el jefe de Gobierno capitalino debió pagar de su dinero a los abogados y no autorizar ante el tribunal a más de 20 juristas que son pagados con los impuestos de los ciudadanos del Distrito Federal.

Ebrard, dijo, “haciendo un abuso de su poder, utiliza (…) abogados, recursos económicos y la demanda interpuesta en los tribunales de la demarcación que gobierna para reprimir, amedrentar y acallar la voz de un ciudadano”.

Al anunciar su decisión de prescindir de una defensa jurídica y defenderme yo mismo, dijo que así hará valer los derechos de un ciudadano que se defiende por sí mismo contra toda la maquinaria enorme y desproporcionada del Estado que abusivamente pretende pisotear los derechos de sus gobernados que disienten de su ideología, política y forma de gobierno.

Se defenderá solo, dijo, para evitar que amigos abogados que con tanta generosidad se han ofrecido a defenderme sean afectados en sus personas, familias, patrimonio, intereses y bienes.

Hugo Valdemar, vocero de la arquidiócesis de México, ofreció ayer una conferencia al término de la misa dominical en la Catedral MetropolitanaFoto La Jornada

De la demanda civil que el jefe de Gobierno del DF entabló el pasado 18 de agosto contra el cardenal y el propio Valdemar, por las declaraciones que hicieron contra las adopciones que la Corte avaló entre matrimonios homosexuales, dijo que exigirá que la denuncia sea separada.

“Usó la argucia de demandarme juntamente con su eminencia, el cardenal Sandoval, a fin de tener jurisdicción sobre su persona y juzgarlo a modo en el Distrito Federal (…) pediré que la demanda sea separada, pues los dichos de quienes somos indiciados son de naturaleza distinta y realizados en lugares y medios distintos”.

Valdemar sostuvo que el cardenal tiene derecho a ser juzgado en el lugar de su domicilio, e insistió en que el jefe de Gobierno actúa con dolo.

También dijo que Ebrard no ha dejado de difamar a mi persona en los medios de comunicación, imputándome conductas delictivas que jamás cometí.

En el mensaje que envió al jefe de Gobierno, planteó: “En su demanda habla de ‘delito’, pero resulta que el tal delito es inexistente en la ley que tan religiosamente invoca en su demanda” (la de Protección civil para el derecho a la vida privada, el honor y la propia imagen en el DF).

Advierte que aunque lo acusa de violar el 130 constitucional, dicho artículo no se juzga en materia civil, sino en la Secretaría de Gobernación, donde su gobierno y partido, el PRD, me tienen demandado.