En la ciudad de México, 33 por ciento de las personas que son poseedoras de una vivienda o terreno carecen de escritura pública que acredite su propiedad, según los resultados de una encuesta sobre los servicios notariales y la situación patrimonial de los habitantes de la capital que realizó este año el Colegio de Notarios del Distrito Federal.

Según el estudio, en cinco años el número de personas que manifestó tener título de propiedad de su casa o terreno aumentó 12 puntos porcentuales, de 41 por ciento en 2005 a 43 por ciento en 2007 y a 53 por ciento este año, lo que la institución interpretó como un incremento consistente.

No obstante, advirtió que el porcentaje de personas que dicen tener una propiedad no regularizada a su nombre es alto, siendo este un gran reto tanto para el gremio notarial como para las autoridades del Gobierno del DF.

En el caso del testamento –mediante el cual una persona dispone el reparto de sus bienes a su deceso– la encuesta arrojó que más de 80 por ciento de la gente consultada dijo carecer de él ya que la mayoría considera que no hace falta.

Aquí el porcentaje de personas que manifestó tener un testamento aumento de 9 a 17 por ciento de 2005 a 2010 y de los que sí lo tienen, en el segmento de personas con 55 años o más, 34 por ciento dijo que ha testamentado sus bienes, contra 7 por ciento de quienes están en el rango de 25 a 39 años.

En esta materia, señala el Colegio de Notarios del DF en sus conclusiones, hay mucho por hacer y considera que la mayoría de la población no ha podido ser informada sobre los beneficios que conlleva el instrumento, al proporcionar una seguridad jurídica a las familias que evita o disminuye conflictos familiares así como importantes costos en conflictos judiciales.

Respecto de los servicios notariales, es mayor el número de personas que considera que los costos son altos y si se compara con la primera encuesta que hizo esta institución, hace cinco años, el porcentaje de la población que tiene esta consideración aumentó de 39 a 47 por ciento.

En la encuesta de este año, 44 por ciento dijo que el precio es razonable, mientras que sólo uno por ciento respondió que el costo de los servicios de los notarios es bajo. Un 38 por ciento consideró que las tasas son fijadas arbitrariamente por los notarios, mientras que 30 por ciento consideró que corresponden al valor de la seguridad jurídica que proporcionan.