a criminalización del trabajo sexual en Guadalajara no sólo discrimina y violenta a las mujeres que se dedican a ese oficio, sino que deja grandes ganancias a los operadores de las redadas en casas de citas y hoteles. Es el caso de las acciones más recientes emprendidas en el barrio de Juan de Dios, en la capital de Jalisco, donde se llevó a cabo la llamada operación rescate, supuestamente destinada a combatir la trata de personas.

Según testimonios dados a conocer por la Red Mexicana de Trabajo Sexual, en los operativos de los pasados 20 y 21 de agosto se detuvo a 27 mujeres, a quienes cobraron multas de 450 pesos, cantidad por la que, por supuesto, no les entregaron ningún comprobante oficial. Se habla también de multas de 540 pesos a 12 detenidas. “Al gobierno sólo le importa obtener ganancias… y cree que ahí estamos para mantenerlo, como a los explotadores de San Miguel Tenancingo, Tlaxcala”, señaló Ana María, una de las detenidas.

A las trabajadoras sexuales les violaron todos sus derechos: fueron fotografiadas con sus clientes, desnudas y en paños menores, algunas teniendo relaciones sexuales. La red asegura que esos operativos son sólo un pretexto para explotarlas y denigrarlas, pues los sitios en que realmente se explota a menores de edad no son tocados por las autoridades; por ejemplo, la casa de citas del Jardín Morelos, cuyos dueños participan en reuniones con el Coesida Jalisco, el DIF y la presidencia municipal. La prostitución de lujo, asegura Jaime Montejo, de Brigada Callejera, opera en hoteles de cinco estrellas, con menores de edad y mujeres extranjeras, y no es objeto de investigación.

Lejos de amedrentar a las mujeres, agrupadas en la Red Mexicana de Trabajo Sexual, la operación rescate convocó a la inmediata organización de un foro contra la represión, en el que más de 100 trabajadoras sexuales reflexionaron sobre las consecuencias de esos operativos, sus derechos y mejores formas de defenderse. En este espacio denunciaron que el visitador de Derechos Humanos de Jalisco, Carlos Humberto Martín Franco, se negó a levantar una queja, argumentando que no tenía caso y diciendo que lo mejor era que nos dedicáramos a otra cosa para evitarnos problemas.

De acuerdo con información del taller de periodismo Aquiles Baeza (espacio de trabajadoras sexuales), “el saldo económico del operativo policiaco al clausurar 18 hoteles, casas de huéspedes y cines para adultos fue de 243 mil pesos. Si eso no es explotar la prostitución ajena, que nos digan qué es”, señaló Miriam, trabajadora sexual con 15 años de laborar en la zona”.

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