León, Gto., 26 agosto. Integrantes de delegaciones internacionales y ministros asistentes al Foro de Gobiernos de la Conferencia Mundial de Juventud (CMJ) 2010 señalaron que en algunos países existe preocupación de que en la declaratoria final del encuentro no se incluya una visión más progresista de los derechos de las juventudes.

Afirmaron que el debate es entre dos visiones muy claras: un enfoque proteccionista sobre el sector y otro que los ve como protagonistas. Representantes de Bolivia y Ecuador destacaron que algunos delegados pugnarán por mantener una visión más progresista, como quedó plasmado en la reunión regional de la CMJ 2010 en Salvador de Bahía, Brasil.

Rubén Alberto Pinto, responsable de Juventud del Ministerio de Justicia de Bolivia, quien encabeza la delegación oficial de su país a la conferencia, señaló que “no se han tomado en cuenta algunos elementos que están en la carta de Bahía, sobre todo el rol de los jóvenes en el proceso productivo, como tomadores de decisiones y electores, además del papel que tienen en sus derechos sexuales y reproductivos.

Son dos enfoques muy claros en los que un sector de naciones, en su mayoría del Cono Sur, con sus diferencias y particularidades, consideramos que los jóvenes deben ser protagónicos. Nos preocupa que en la propuesta de declaratoria se diga que pueden sugerir, instar, que el Estado debe escuchar. Son verbos que están en todo el documento.

Si bien consideró que todos los países asistentes tienen voluntad de alcanzar acuerdos y avances, hay preocupación y consideramos que esto tiene que solucionarse. Ya se han escuchado las voces de las naciones y de las delegaciones para ser tomadas en cuenta. Somos muchos los que creemos que hay que seguir dando continuidad a la Carta de Bahía, que tiene importantes avances progresistas, a la altura del siglo XXI.

Por su parte, Ximena Ponce, ministra de Inclusión Económica y Social de Ecuador, destacó que en su país tenemos una Constitución de avanzada. Se reconoce a los jóvenes como grupo de atención prioritaria y nuestras políticas públicas giran alrededor de los derechos, igualdad, justicia e inclusión social. Por eso afirmamos que esos son los principios que queremos mantener en la declaratoria final.

Desde su perspectiva –indicó–, es necesario no tener ninguna regresión en las conquistas alcanzadas y seguir avanzando. Como parte de los objetivos del documento final, también se deben establecer los derechos específicos de la edad, es decir, los derechos sexuales y reproductivos, entre otros temas.

Inclusión, educación y combate a la pobreza

Luiz Roberto de Souza, secretario nacional de Juventud de Brasil, afirmó que su país participa en la CMJ para fortalecer los lazos de cooperación sur-sur. Entendemos que un proyecto para las naciones no puede prescindir de políticas que aseguren los derechos a los jóvenes.

Agregó que también deben incluir componentes fundamentales como los mecanismos de inclusión. Es preciso que haya programas que aseguren el ejercicio pleno de sus derechos a educación, empleo y bienes culturales.

En cuanto a la política pública, es importante que su construcción se dé a partir de un Estado en diálogo con la sociedad civil, es decir, con la participación. Venimos con esa posición y a aprender de otras experiencias, pero también a dar a conocer lo que estamos construyendo en Brasil.

Al respecto, los responsables de Juventud de Honduras, Marco Antonio Midence; de El Salvador, Miguel Ángel Pereira, y de Perú, Alvaro Quispe, señalaron que un eje prioritario para los países en desarrollo es generar una visibilidad de la agenda de juventud, donde pobreza, exclusión, acceso al sector educativo y un empleo digno sean los temas más urgentes para nuestras naciones.

Al cierre de esta edición, integrantes de delegaciones internacionales informaron que la votación de la declaratoria final había iniciado, aunque aseguraron que el documento se divulgará oficialmente en las primeras horas de este viernes.