El cártel de Los Zetas ha sido identificado como una de las organizaciones más violentas y con mayor capacidad de fuego que operan en 17 entidades federativas del país. Está involucrado en delitos como tráfico de drogas, secuestro, extorsión de comerciantes, empresarios e indocumentados, así como en la producción y distribución de música y videos piratas.

En investigaciones federales ha sido ubicado como un grupo vinculado a redes internacionales de traficantes de personas y drogas, que operan desde Centroamérica con conexiones en Asia, Europa y Sudamérica.

Asimismo, ha estado relacionado con diversos rescates de indocumentados de instalaciones migratorias para trasladarlos de Chiapas, Veracruz, Yucatán, Tabasco, Puebla y Tlaxcala hacia Tamaulipas, y en algunos casos a Estados Unidos.

Uno de los principales bastiones de Los Zetas en el estado de Tamaulipas es el municipio de San Fernando, desde donde busca arrebatar al cártel del Golfo el control de la zona fronteriza de esa entidad con Estados Unidos.

La disputa entre ambas organizaciones se ha extendido a Tampico-Madero, Altamira y González, plazas que supuestamente están bajo el dominio del cártel del Golfo, al igual que Valle Hermoso, Matamoros y Río Bravo.

Según funcionarios federales, los municipios de Aldama, González, Soto la Marina, San Fernando, Jiménez, Abasolo, San Carlos, Casas, Hidalgo, Llera, Güemez, Xicoténcatl, Ocampo, Gómez Farías, Mante y Ciudad Victoria son controlados por Los Zetas.

Informes oficiales refieren que desde 2002, el municipio de San Fernando se constituyó en plaza de Los Zetas, como parte de la distribución que realizó Osiel Cárdenas Guillén, quien fue detenido en 2003 y luego extraditado a Estados Unidos, en enero de 2007.

Los poblados más afectados por la expansión de los narcotraficantes son La Carbonera, Punta de Alambre y Punta de Piedra, donde habitan mayoritariamente pescadores.

Los Zetas supuestamente tienen el control de todos los negocios de San Fernando y de toda la región que abarca los municipios de Burgos, Cruillas y Méndez. En este último fue acribillado Rafael Barrientos Carranco, quien era precandidato priísta a la alcaldía, el 30 de julio de 2004.

Las fuentes consultadas indicaron que es tal el control de Los Zetas en esa región que hace unos meses pusieron cuota a productores y compradores de sorgo.

San Fernando pasó de ser una de las regiones más pujantes en cuanto a la producción de granos de temporal y un sitio importante de pesca comercial por la cercanía de la laguna Madre, a una zona donde sus habitantes han ido abandonando sus propiedades ante el embate de los grupos criminales.