Pascal Content hará convivir los tonos del acordeón con instrumentos de otras culturas
Con el espectáculo El viento de las cañas mostrarán el periplo de ese artilugio, dice el ejecutante francés
Pugnamos porque sea reconocido dentro del repertorio de la vertiente clásica
Sábado 21 de agosto de 2010, p. 3
El acordeón es un instrumento de magia múltiple por su historia y su sonido: creado en un principio para la burguesía, muy pronto encontró su lugar entre la gente del pueblo y sus notas lo mismo hacen bailar que llorar, dice el músico francés Pascal Contet, quien se presenta este fin de semana en el Centro Cultural Universitario con el espectáculo Le vent des anches (El viento de las cañas).
“Espero –indica– que sea un espectáculo original para el público mexicano, porque hablamos de instrumentos de origen europeo y chino como el sheng, el acordeón y el clarinete”.
En este concierto multidisciplinario (sonido, luz y movimiento), programado dentro del festival Música y Escena, participan Wu Wei, Carol Robinson, Tom Mays, Xavier Lazarini y Christina Clar.
Le vent des anches muestra precisamente la evolución y desarrollo de los instrumentos de caña. No sé hacia dónde vamos ahora porque es un camino que apenas se está desarrollando. No solamente el acordeón sufre una evolución continua, y lo que buscamos mostrar en este espectáculo es cuál ha sido el periplo del instrumento, cuál ha sido su camino
.
De lo burgués a lo popular
Pascal Contet toca el acordeón desde los 10 años de edad y se ha convertido en uno de los principales ejecutantes de este instrumento, tanto en el repertorio clásico y, sobre todo, en el contemporáneo, así como la improvisación. A lo largo de su carrera ha luchado por erradicar los prejuicios que existen en torno a ese instrumento.
Desde los siete años ya quería tocar el acordeón, porque tenía una tía que lo tocaba. Yo tendría cuatro o cinco años y escucharla era formidable. Cuando lo tocaba hacía bailar a toda la familia. En Francia es muy popular el acordeón en las fiestas y es un instrumento que hace bailar. Comencé a estudiarlo a los 10 años y a los 14 participé en un concurso internacional en Venezuela
, dice el acordeonista a La Jornada.
El acordeón, añade, “tiene muchas magias para mí. Su historia en primer lugar, que es muy particular dentro de los instrumentos, porque nació en el siglo XIX, a principios del siglo XIX, dentro de la burguesía, para la aristocracia francesa y europea. Más tarde, se convirtió en un instrumento popular y comenzó a viajar en barcos y en esas travesías echó raíces en diferentes partes del mundo.
Lo interesante es que en cada lugar desarrolló un estilo distinto, una personalidad propia, que nada tiene que ver con el original. Esta posibilidad del acordeón de mimetizarse. Si hablo de un violín, todos pueden imaginarse a un violinista en una sala de conciertos, pero con el acordeón nos imaginamos un país y una identidad tradicional.
Otro aspecto mágico del instrumento es su sonido; “está fabricado con pequeñas cañas, lo que le da un sonido melancólico, pero también es un instrumento que provoca alegría. El espectáculo Le vent des anches se llama así porque el acordeón, el clarinete y el sheng comparten esa caña, y es la historia de esas cañas. El del acordeón es un sonido que tiene esta facultad de llegar muy profundamente a los sentimientos”.
–Es curioso que haya sido creado para la burguesía, se haya hecho popular y ahora regrese a las salas de concierto.
–Estoy muy contento de este lugar en las salas de concierto, que haya tomado su espacio en los escenarios. Ahora tenemos que luchar contra los prejuicios, porque las personas tienen la idea de que si van a escuchar el acordeón, oirán música fácil para bailar. El reto es que el público no se cierre y se acerque a ver cómo suena un acordeón y normalmente quedan fascinados con lo que escuchan.
“Lo difícil es luchar contra los prejuicios de las personas que no quieren saber nada del acordeón. Por ejemplo, hace tiempo en Radio France no querían hablar del acordeón durante años, y este 2010 me pidieron hacer una emisión cada semana durante julio dedicada al acordeón. Está cambiando la mentalidad y reconocen al acordeón como instrumento que también se puede presentar en conciertos.
“La generación de acordeonistas anterior a la mía fue la que comenzó a abrir camino para que los compositores crearan piezas también para el acordeón –añade. En mi generación vimos que los compositores estaban un poco más abiertos a escribir para el acordeón y ahora es un instrumento que se enseña en los conservatorios. Es reconocido académicamente y las nuevas generaciones no tienen ya ningún problema en escribir para acordeón.
“También es importante que los festivales incluyan estos instrumentos porque es una manera de darlos a conocer.
“Estuve el año pasado en el Festival Internacional Cervantino y toqué dos obras de autores mexicanos: una de Javier Torres Maldonado y otra de Jorge Torres Sáenz, y esa es también otra manera ampliar el repertorio.
Es estimulante trabajar con compositores que no son euro-peos, que no tienen la tradición de la danza en el acordeón, porque de alguna manera sus composiciones lo ven como un instrumento virgen y lo abordan de esa manera, descubriéndolo, y eso es muy gratificante para alguien como yo, porque no sé qué esperar o cuál será el resultado.
Pascal Contet también compone piezas para acordeón, “pero más que compositor soy improvisador. A veces cuando estaba en el conservatorio llamaba a otros compañeros y nos poníamos a improvisar. Cuando regresé a París comencé a hacer encargos a compositores, especialmente a Joëlle Léandre, contrabajista, y me dijo: ‘no te voy a escribir una pieza, mejor vamos a improvisar’.
He trabajado mucho con compositores y me gusta hacerlo, pero es un trabajo que implica mucho esfuerzo, entre otras razones, porque muchas veces no saben cómo escribir para el instrumento. Escriben notas, pero no está escrito para el acordeón. Tengo que trabajar con ellos diciéndoles qué se puede hacer. En cambio, cuando se improvisa conoces perfectamente el instrumento y sabes qué cosas puedes hacer.
Hoy los retos más importantes que enfrenta el acordeón es que el público reconozca la riqueza de este instrumento y del repertorio, que no es sólo música de variedad o de danza, sino de la música clásica contemporánea y eso está ocurriendo poco a poco, añade Contet.
Basta una anécdota: “Hace poco hice la música para una película de la televisión francesa y el director pidió música para acordeón, como si fuera otro personaje más del filme. Fue hermoso que la televisión nacional eligiera este instrumento.
Como músicos buscamos el reconocimiento, pero con el acordeón queremos el reconocimiento del instrumento por parte del público dentro del repertorio de la música clásica contemporánea.
Le vent des anches (El viento de las cañas) se presenta este sábado a las 19 horas y el domingo a las 16 horas en la sala Miguel Covarrubias del Centro Cultural Universitario (Insurgentes Sur 3000, Ciudad Universitaria).