Buenos Aires, 19 de agosto. La presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, recibió esta tarde a una delegación de representantes del Foro de Sao Paulo, entre quienes destacó la presencia de Manuel Zelaya Rosales, el depuesto mandatario de Honduras, que recibió un fuerte respaldo durante una ceremonia en la Casa Rosada.

Delegaciones políticas de los 600 participantes que representan a 55 partidos izquierda y progresistas de América Latina, algunos de los cuales encabezan gobiernos en varios países de la región, se reunirán con el ex presidente Néstor Kirchner.

Desde el pasado 17 de agosto comenzaron a funcionar las comisiones de trabajo del foro, que mañana culminará su reunión con importantes conclusiones y propuestas en relación a los nuevos desafíos que enfrenta la región, y todas las resoluciones que acordarán en la plenaria final. No se adelantaron conclusiones definitivas este día.

Para el embajador Óscar Laborde, representante especial para la Integración Económica Regional y la Participación Social de la cancillería argentina, la elección de este país como sede de la reunión del foro, por primera vez, es un hecho importante en estos momentos.

Cuando se constituyó el foro era un tiempo difícil para las causas populares; el neoliberalismo parecía que había llegado para quedarse, algunos decían que se habían acabado las ideologías y que era el fin de la historia, y en aquel momento un grupo de dirigentes pensó que no. En la actualidad, la mayoría de esos dirigentes son presidentes de nuestros países.

En entrevista con La Jornada y la revista digital Zoom, Laborde consideró que esta reunión también significa un reconocimiento al esfuerzo realizado por la presidenta y anteriormente por el ex presidente Néstor Kirchner para reactivar la integración en la región, y esto nos compromete más aún.

Existe entre los participantes del foro un respeto por la diversidad y un reconocimiento de que cada proceso es genuino y virtuoso, que esto es consecuencia de lo que los pueblos decidieron, y por esa razón se está trabajando ante los avances de la derecha, destacó.

Tenemos que dejar en claro que nunca más puede ocurrir un golpe de Estado como en Honduras (28 de junio de 2009) y debemos actuar ante el crecimiento armamentístico en la región, las bases militares de Estados Unidos tanto en Colombia, Panamá o lo que sucede en Costa Rica, donde se ha permitido el ingreso de militares estadunidenses y por sobre todo nuestro papel es luchar por la paz y trabajar para eso.

Consideró clave la presencia de Zelaya, que concitó el interés y reconocimiento público, y la posibilidad de recordar lo que significa la persistencia de la impunidad en el caso del golpe de Estado en Honduras, lo que amenaza a América Latina.

Asimismo, evaluó la importancia de la integración lograda, detrás de la cual están los presidentes, los partidos y los pueblos que sostienen este nuevo esquema latinoamericano.

Debemos continuar apostando muy fuerte a la integración regional en un mundo que se empieza a tornar multipolar y donde América Latina puede ser un polo importante desde el punto de vista geopolítico, económico y también sobre cuáles deben ser las medidas populares de los gobiernos para prosperar realmente con justicia.

Se preguntó qué hubiera pasado si durante la actual crisis el Área para el Libre Comercio de las Américas hubiera estado instalada en nuestro continente.

Por su parte, Alfredo Forti, viceministro de Defensa de Argentina, y presidente del Consejo de Defensa Sudamericano, dijo que existe optimismo ante la reciente “resolución de un problema –como el que enfrentó en el último mes a Colombia y Venezuela–, que afectaba la paz y la seguridad de nuestra subregión, con la facilitación y la intermediación que realizó la Unión de Naciones Sudamericanas a través, principalmente, de Néstor Kirchner, en su carácter de secretario general”, y sostuvo que en otro contexto o bajo la órbita de otras organizaciones regionales, no necesariamente hubieran llegado al mismo y tan rápido resultado positivo. El golpe de Estado en Honduras demostró serias debilidades de la capacidad institucional de organismos como la Organización de Estados Americanos, para contener, canalizar y resolver ese conflicto.

Esta tarde delegados de movimientos sociales y partidos de la izquierda de Paraguay plantearon ante el foro la gravedad de la situación en su país, cuando la oposición intenta destituir al ministro de Defensa, Luis Bareiro Spaini, con falsas acusaciones para debilitar y desintegrar el entorno inmediato del presidente Fernando Lugo.

Esto conforma un plan similar al que llevó al golpe cívico-militar de Honduras, señalaron los delegados paraguayos, que esperan para mañana una resolución del foro.