Buenos Aires, 18 de agosto. El director argentino-israelí Daniel Barenboim, quien hoy comienza una serie de conciertos en Buenos Aires, afirmó que con el paso del tiempo se siente más ligado a Argentina y señaló que no es verdad que su orquesta formada por atrilistas israelíes y palestinos sea para la paz en Oriente Medio.

Tengo que desilusionarlos de que esta es una orquesta para la paz. No es verdad. Una orquesta no puede ser para la paz, dijo el músico que esta noche se presentará en el Teatro Colón, un día antes del 60 aniversario de su debut como pianista, el 19 de agosto de 1950.

La paz necesita otras cosas: justicia, estrategia, compasión. Este proyecto no es político. Las personas no me creen cuando digo esto. Pero no es político, porque la política es el arte del compromiso y la música es el arte de todo menos del compromiso, aseguró Barenboim en una entrevista que publica hoy el diario Clarín.

El pianista sostuvo que la Orquesta del Diván de Oriente y Occidente puede ofrecer un modelo alternativo, por eso es necesario preguntarse por qué pueden funcionar, por decirlo así, enemigos tocando música, y no en la realidad cotidiana de la región.

Todos somos iguales frente a una sinfonía de Beethoven, con los mismos derechos y las mismas responsabilidades, argumentó el músico quien posee las nacionalidades argentina, israelí, española y palestina. Además indicó que es falsa la leyenda de que Edward Said y él quisieron crear la orquesta.

Tengo muchas cosas para decir que acaso los desilusione. La primera es que la leyenda de que Edward Said y yo quisimos crear la orquesta, es falsa. No teníamos la menor idea de la posibilidad de un proyecto como éste. Y, hay que decirlo, tampoco podíamos imaginar el nivel y la cantidad de músicos en el mundo árabe que pudieran participar.

La orquesta nació en 1999 tras unas audiciones que realizadas por Barenboim y el fallecido escritor estadunidense. Ellos pensaban que la formación tenía que ser equivalente: mitad árabes, mitad israelíes.

Se pueden imaginar la sorpresa cuando vimos más de 200 aplicaciones en el mundo árabe. No todas eran buenas, pero las mejores era equivalentes a lo que podía esperar de Israel. Y ahí nos decidimos a hacer la orquesta, pero nunca habíamos imaginado que las cosas se darían de ese modo, dijo.

Barenboim expresó su emoción por estar en Argentina, donde dará una serie de conciertos, dos de ellos gratuitos.

El músico contó que después de cenar con unos amigos y con su hijo, antes de volver al hotel, fue a ver la casa donde había nacido. “Y tuve además la gran emoción de ver el Teatro Colón, nuevo y viejo al mismo tiempo, de una belleza increíble. Pueden imaginarse todas mis memorias; los recitales de Rubinstein y Arrau, Furtwängler en el 49 con La Pasión según San Mateo: siempre en el Colón”.