El Taller de Arquitectura que encabeza Jan van Herck desarrolla un proyecto para reforzar la exhibición de los vestigios prehispánicos en el Centro Histórico e integrar el Templo Mayor al entorno colonial, el cual presentarán a Marcelo Ebrard, jefe de Gobierno del Distrito Federal.

La propuesta consiste en ampliar la estación Zócalo del Metro hacia el área del Templo Mayor, con el propósito de estimular el interés de los usuarios del Sistema de Transporte Colectivo y explicar a los posibles visitantes cómo era ese recinto antes de entrar a la zona arqueológica.

Van Herck, arquitecto belga, quien vino a México para estudiar la maestría en restauración en la Universidad Nacional Autónoma de México, explica que en ese museo introductorio queremos usar la maqueta del Templo Mayor que está en la estación Zócalo y poner en el piso la maqueta de México-Tenochtitlán que actualmente se encuentra en la explanada Manuel Gamio, a un lado del sagrario, con la idea de hacer más comprensible este cráter.

La maqueta del Templo Mayor, considera, es indispensable en la medida que muestra las diferentes sobreposiciones descubiertas en las excavaciones: El templo chico es la fase II, que se encuentra abajo del techo metálico, y los arranques de las escaleras son las diferentes fases de construcción del gran recinto.

Para Van Herck técnicamente es muy fácil de hacer. El túnel donde va el tren está abajo, y arriba se amplía esta parada del Metro en una parte mínima, 20 por ciento más. La idea es invitar a los usuarios para ir de la estación directamente hasta la zona arqueológica. Desde la explanada, unos tragaluces en forma de cono dejarían ver las maquetas, asegura, y los pasillos seguirían igual.

El especialista tiene una tercera propuesta: En el túnel del Metro, entre las estaciones Zócalo y Allende, se marcaría la entrada y salida del tren al recinto sagrado, bajando la intensidad de la luz, y se proyectarían imágenes de la gran pirámide y de otros edificios mexicas en las paredes del túnel, mientras el convoy se encuentra en el recinto entre la estación Zócalo y la calle de Brasil. De esta manera, visitantes y habitantes entenderían y sentirían que cruzan la zona sagrada de los mexicas.

Van Herck reconoce que la parte más cara del proyecto es ampliar el Metro Zócalo y hacer los tragaluces. Es de la idea que el proyecto del Templo Mayor “no terminó de presentarse como debería. Tenía esas ideas desde la época en que estudiaba restauración de monumentos y ahora, con los festejos del bicentenario de la Independencia, me dije, por qué no lo proponemos. Con rayos láser se puede proyectar imágenes para ver exactamente cómo era este templo, sin poner un cable ni una lámpara.

El observador se daría cuenta que primero había un lago, luego una roca en el lago; entonces se construyó un templo muy sencillo, después se construyó algo arriba de este templo y poco a poco creció hasta el templo gigante que llegaron a ver los españoles. Se trata de que las personas se den cuenta de la grandeza de esta cultura, porque ahora ven un hoyo en medio de la ciudad colonial con unos arranques de escalera, pero nadie entiende exactamente lo que era.

Van Herck hizo su tesis de maestría sobre la recuperación espacial en la arquitectura prehispánica y uno de los ejes es precisamente el Templo Mayor.

En ese momento tenía un sistema para combinar las protección de las ruinas con los techos sobre los arranques de las escaleras, de reconstruir más o menos la forma de la pirámide y combinarlo con la protección de lo que había abajo. Ésta era la idea que fui a presentar a Pedro Ramírez Vázquez, pero justo en ese momento se terminó el proyecto, así como el presupuesto.