Alcanzan hasta 240% anual porque se encarecen los costos para combatir la delincuencia
Martes 17 de agosto de 2010, p. 19
Debido a la inseguridad, las casas de empeño que operan en el norte del país cobran tasas de interés hasta del doble de las que se aplican en el resto del territorio nacional, dijo el director general de Prendamex, Roberto Alor.
El directivo indicó que en los estados fronterizos dichas tasas alcanzan niveles hasta de 240 por ciento anual, el doble de la media nacional, que ronda 120 por ciento de interés al año.
Añadió que el tema de la inseguridad obliga a los empresarios a invertir en alarmas, personal armado, monitoreo de empresas, pólizas de seguros, entre otras cosas, lo que encarece en 15 por ciento los costos y se expresa en precios más altos a los consumidores.
En conferencia, dijo que la inversión total requerida para instalar o remodelar una casa de empeño es de entre 500 mil y 700 mil pesos.
Detalló que este año se han registrado cinco incidentes que arrojaron pérdidas por 15 millones de pesos, aunque la adquisición de seguros impidió que los empresarios absorbieran los gastos.
El presidente de la Asociación Nacional de Casas de Empeño, Adolfo Vélez, advirtió que esta situación se repite en todos los puntos de venta, donde se cometen asaltos en vitrina, robos a ventanillas y agresiones.
La inseguridad efectivamente es uno de los aspectos que más impactan en los costos y en la operación de las casas de empeño; el reto en este sentido es cada vez mayor, debido a que no hay un sistema que procure gran protección
, afirmó.
No obstante, sostuvo que existe una percepción errónea
cuando se habla de cobros excesivos en las casas de empeño. Indicó que a diferencia de las actividades crediticias que realizan los bancos, la norma oficial mexicana para casas de empeño define tres conceptos de cobro: la tasa de interés, el cargo de almacenaje y la comisión por venta, por lo que al integrar los tres elementos el costo se eleva.
Añadió que de acuerdo con encuestas del organismo, el promedio de empeños que hace un cliente es de dos veces al año y sólo por dos meses en cada ocasión. Nunca nos ha pasado que un cliente tenga un empeño un año y eso hace que las tasas no sean tan gravosas. Si las casas de empeño cobraran menos no sería un negocio viable, se vendría abajo la oferta
, aseguró.
No obstante, el dirigente dijo que se espera un incremento de alrededor de 10 por ciento en la demanda de préstamos prendarios, debido al regreso a clases.
Alor recordó que la actual temporada es una de las tres del año donde repuntan los empeños. Las otras son la cuesta de enero y Semana Santa.