Díaz ordenó construir el hospital para conmemorar el centenario de la Independencia
Rostros, circunstancias, habitaciones y pabellones pueblan una delirante realidad
El recinto marcó el inicio de la siquiatría moderna en México, manifiesta el curador Andrés Ríos
Martes 17 de agosto de 2010, p. 5
La historia de incesante angustia que provoca el cuento Sólo vine a hablar por teléfono, del Nobel colombiano Gabriel García Márquez, es tan sólo un atisbo de lo que fue La Castañeda, el imponente hospital siquiátrico por donde deambularon más de 70 mil enfermos, cuya construcción fue ordenada por Porfirio Díaz.
La exposición La Castañeda: imágenes de locura 100 años después, que se inauguró hace unos días en el Museo Archivo de la Fotografía, exhibe 83 imágenes con rostros, momentos, circunstancias, ambientes, habitaciones, pabellones, patios y narraciones visuales que carcomen y muestran la delirante realidad de los internos que vivieron y murieron en ese manicomio.
Porfirio Díaz, al igual que hizo con otras obras de infraestructura, inauguró La Castañeda en el contexto de las conmemoraciones de las fiestas del centenario de la Independencia.
Leyenda negra
La Castañeda: imágenes de locura 100 años después fue curada por Andrés Ríos, quien seleccionó 83 de entre 300 fotografías el material para esta exposición –que concluirá el 14 de noviembre–, la cual narra la historia de este lugar que cerró sus puertas en 1968, debido a su mala fama y a la ineficacia de sus métodos curativos.
“La existencia de este recinto significó el inicio de la siquiatría moderna en México, aunque también la culminación de un ambicioso proyecto porfirista encaminado a aislar y controlar a aquellos ‘locos’ considerados como los causantes de la degeneración de la raza”, manifiesta Andrés Ríos.
Con los años, tan temido manicomio estuvo inmerso en una leyenda negra, aunque fue el lugar propicio para la formación de generaciones de siquiatras.
En esa institución se pusieron en marcha técnicas tan novedosas como incomprensibles en su momento crítico para la curación de enfermedades mentales: hipnosis, neurocirugía, hidroterapia y electroterapia.
La exposición aborda significativos contrastes, como la ostentosa fachada del edificio mientras dentro predominaban condiciones de miseria desagarradora.
El hospital de La Castañeda se construyó en la antigua hacienda del mismo nombre, donde tiempo atrás Ignacio Torres Adalid estableció un lugar de reunión para el retiro de fin de semana de aquellas personas que querían distraerse de las actividades cotidianas.
Las 83 fotografías que integran la muestra pertenecen a las colecciones de la Fototeca del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), del Archivo Manuel Ramos y acervos particulares.
La exposición La Castañeda: imágenes de locura 100 años después se puede visitar en el Museo Archivo de la Fotografía, ubicado en la calle República de Guatemala 34, Centro Histórico, con horarios de martes a domingo de 10 a 18 horas. Entrada libre.