Peligra en Guanajuato una escuela de parteras que tiene más de 20 años de experiencia
La policía efectúa rastreo en clínicas y hospitales
: director de Averiguaciones Previas
Lunes 16 de agosto de 2010, p. 37
Guanajuato, Gto. 15 de agosto. Mientras la policía local busca desde el pasado viernes a la persona que abandonó un feto de cuatro meses en el basurero municipal de Apaseo el Alto, en San Miguel de Allende podría verse obligada a cerrar sus puertas una escuela de parteras profesionales, con más de 20 años de experiencia, que brinda educación sexual y reparte anticonceptivos entre jóvenes de comunidades rurales.
Ricardo Jaime Rodríguez, director de Averiguaciones Previas de la Subprocuraduría General de Justicia de la región C del estado, informó que la policía ministerial inició trabajos de rastreo en clínicas y hospitales para integrar un padrón de mujeres embarazadas en la zona de Apaseo, con el fin de localizar a la mayor brevedad
a la que abortó el producto encontrado el viernes y someterla a proceso penal.
Estadísticas de la Secretaría de Salud de Guanajuato reportan que en los últimos cuatro años se registraron 53 mil 400 embarazos en menores de 19 años, de las cuales mil 580 no habían cumplido siquiera 15 años cuando quedaron encinta.
En 2006, los hospitales públicos de la entidad atendieron a 11 mil 555 jóvenes embarazadas; en 2007, a 12 mil 350; en 2008, a 14 mil 131, y en 2009, a 15 mil 812. Pese al incremento de 41 por ciento en el número de adolescentes preñadas en este periodo, el gobierno panista de Juan Manuel Oliva Ramírez inhibe la educación sexual y no fomenta la planificación familiar, de acuerdo con lo que establecen los artículos 68, 69, 70 y 71 de la ley de salud estatal.
El artículo 68, por ejemplo, subraya que la planificación familiar es un tema prioritario
que debe incluir información y orientación educativa para adolescentes y jóvenes
, pero en la práctica es letra muerta.
El secretario de Educación, Alberto Diosdado, muy por el contrario, recomienda a los estudiantes conservar la virginidad hasta el matrimonio, practicar la abstinencia, evitar los anticonceptivos y rechazar la homosexualidad. Las consecuencias de esta política se traducen en un elevado número de muertes maternas y de recién nacidos, abortos clandestinos y persecución policiaca contra las mujeres que ejercen su legítimo derecho a decidir sobre su cuerpo.
Casa en peligro
Nadine Goodman, trabajadora social de Nueva York, y su marido, el guanajuatense Alejandro González, fundaron en 1980 una pequeña organización no gubernamental (ONG) llamada Centro para los Adolescentes de San Miguel de Allende (Casa), que en tres décadas ha obtenido amplios reconocimientos nacionales e internacionales, y un bien ganado prestigio, pero podría verse obligada a cerrar sus puertas si la Secretaría de Salud (Ssa), que encabeza José Ángel Córdoba Villalobos, no le renueva el permiso para seguir dando los múltiples servicios que proporciona.
Casa cuenta con una escuela de parteras profesionales, una clínica de maternidad con 12 camas, equipada con instalaciones para dar a luz dentro del agua; una guardería para los niños del barrio sanmiguelense donde se asienta; una estación de radio, un grupo de teatro, una biblioteca, una videoteca, un refugio para adolescentes víctimas de violencia intrafamiliar y un programa de educación sexual y distribución de anticonceptivos en las comunidades rurales de los municipios de San Miguel de Allende y Dolores Hidalgo.
Maricruz Coronado Saldierna, partera profesional y directora general de Casa, nacida en un rancho cercano en condiciones de alta pobreza, relata que a lo largo de su carrera –que la ha llevado a tomar cursos de capacitación en países tan disímbolos como Perú e India–, una vez le tocó atender el parto número 18 de una campesina en asombroso estado de salud, a la que siguió asistiendo en cada uno de sus embarazos posteriores hasta que echó vivo al mundo a su hijo número 23.
Durante una visita guiada por las amplias y hermosas instalaciones de Casa, que en su entrada exhibe una réplica a escala de la cúpula de Los Inválidos de París, Coronado Saldierna muestra a La Jornada la guardería donde juegan y trabajan los niños del barrio, desde los más chiquitos, que reciben estimulación temprana cada tercer día, hasta los de edad prescolar, que aprenden a leer a los cuatro años.
Nos han criticado muchísimo por esto
, revela Maricruz, con un gesto de orgullo. A la SEP le choca que nuestros niños aprendan a leer antes de la pre-primaria. Pero aquí les inculcamos ese hábito, que mantienen cuando ya son más grandes, pues lo que hacemos es no dejarlos ver videos o usar las computadoras si antes no leen un libro.
En un salón de altos techos y gruesos muros, pintados con colores mates, hay por todas partes libreros de tamaño liliputiense que atesoran libros de cuentos llenos de ilustraciones y que los pequeños utilizan a su elección, cada vez con más gusto por las narraciones escritas, antes de sumergirse en las diversiones electrónicas. En promedio leen tres libros por semana
, asegura Maricruz.
Por otra parte, la especialista en salud reproductiva, cuya experiencia es tan grande como la de Casa, porque en esta institución no oficial se formó y la conoce al dedillo, explicó que en el taller de teatro los jóvenes escriben, montan, dirigen y actúan las obras didácticas que llevan de gira por las comunidades rurales para difundir los métodos anticonceptivos y la información relativa a los órganos sexuales, las enfermedades de transmisión genital y la buena atención de los embarazos consentidos por las parejas que desean reproducirse racionalmente.
En el taller de radio cada semana producen un programa de media hora, que consta de un comentario sobre un tema específico, una entrevista sobre ese particular y una miniradionovela alusiva. Tanto el teatro como el radio sirven de apoyo a las brigadas que visitan semanalmente las comunidades para impartir educación sexual. Y cuando detectamos un caso de violencia intrafamiliar lo atraemos y ayudamos a resolverlo
, cuenta la directora de Casa.
Parir en agua tibia
Luego de un breve trayecto en automóvil hacia la calle de Indalecio Allende, al otro lado de San Miguel, Maricruz ofrece un recorrido por la clínica de maternidad de Casa, donde una joven del rancho Sosnava acaba de traer al mundo a su primogénito, en compañía de su marido, su madre y su hermana, a un costo mínimo.
Maricruz Coronado hace ver los dos quirófanos donde sólo en casos excepcionales hacemos cesáreas
; las salas de trabajo de parto, donde las mujeres dan a luz en posición vertical, sentadas sobre sólidas bancas de madera apoyando la espalda en el pecho de sus compañeros, así como el jacuzzi donde el alumbramiento se realiza en agua tibia.
El agua tibia es muy relajante y la distensión reduce los dolores de las contracciones; es muy recomendable
, insiste Maricruz antes de retomar las fuertes críticas que ha venido haciendo a lo largo de la visita en contra de la epidemia de cesáreas
que hay en los hospitales públicos, no sólo de Guanajuato, sino del país, que son causantes de tantas muertes maternas.
Por último, la experta presenta a las integrantes del nuevo grupo de estudiantes de parteras profesionales, quienes al igual que sus antecesoras y los directivos de Casa luchan por que el gobierno federal les dé un título que las reconozca como profesionistas, porque durante su aprendizaje adquieren una formación científica completa.
No son parteras empíricas, sino profesionistas altamente calificadas. ¿Cuál es la diferencia? Yo he conocido a muchas parteras científicas, que han traído miles de niños al mundo, pero no saben que dentro del vientre femenino hay un órgano llamado matriz
, concluye la directora de Casa, antes de reiterar su preocupación porque las presiones del gobierno panista de Guanajuato repercutan en la Ssa, que dirige Córdoba Villalobos, y logren revocar el permiso de funcionamiento de esta ONG modélica
, que debería ser emulada y reproducida en todo el país
, a juicio de César Arias de la Canal, uno de los personajes más influyentes en la vida cultural sanmiguelense.