Cada familia gastará en este ciclo escolar 25 por ciento más en útiles escolares, y los uniformes para sus hijos serán 14 por ciento más caros de lo que eran cuando empezó el gobierno del presidente Felipe Calderón, en contraste con la inflación general de 16 por ciento que se acumuló en el periodo, indican estadísticas del Banco de México (BdeM).

Sólo en cuadernos, carpetas, lápices y demás artículos escolares –sin incluir uniformes, zapatos, tenis y tampoco colegiaturas o cuotas escolares–, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) calculó que para el ciclo escolar que arranca el 23 de agosto los padres de familia gastarán entre 820 y 2 mil 86 pesos por cada hijo que tengan en la primaria.

Tales montos representan entre 13 y 33 por ciento de los ingresos de 6 mil pesos o menos con los que vive la tercera parte de los hogares que participaron en un sondeo de la dependencia, aplicado en 23 ciudades del país, pero fundamentalmente del Distrito Federal.

Si bien 90 por ciento de las familias compran en efectivo los útiles, existe entre 7 y 8 por ciento que dijo hacerlo con crédito.

Además de lápices y cuadernos, muchos padres tendrán que gastar en tenis y libros, cuyos precios se han incrementado en 16 y 8 por ciento entre 2006 y 2010, respectivamente, según el BdeM.

Las estadísticas de la institución muestran que los uniformes se encarecieron más en el último año (5.8 por ciento) que el alza de 3.2 por ciento que registraron en plena crisis. Algo similar ocurrió con los tenis, que de julio de 2009 al mes pasado aumentaron 3.55 por ciento, cuando el año previo el aumento fue de 2.98 por ciento.

Profeco detalló que la mayoría de los consumidores entrevistados prefieren comprar los útiles en las papelerías tradicionales porque venden más barato; enseguida se ubican las cadenas de supermercados y de papelerías. Otros lugares donde se surten las familias son ferias escolares, mercados, librerías y escuelas; sólo 3 por ciento manifestó que compra en la calle.

La procuraduría advirtió que los precios de los útiles escolares pueden variar 36 por ciento entre un establecimiento y otro, al tiempo representan 47 por ciento del gasto que hacen las familias para la educación de sus hijos, mientras los uniformes equivalen al 30 por ciento, y las mochilas junto con los tenis, 23 por ciento.

Otro sector beneficiado por el comienzo de clases es el de supermercados, cuyas ventas en ropa repuntaron 15 por ciento durante julio (el doble del crecimiento de hace un año), mientras las de calzado subieron 22 por ciento, de acuerdo con la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales.

Para esta fecha se espera que la mayoría de los padres de familia ya hayan comprado útiles y uniformes, pues más de la mitad –tanto de escuelas públicas como privadas– manifestó que lo hacen 15 o 30 días antes del comienzo de clases.