Los estudiantes de nuevo ingreso a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) tienen que asumir un compromiso social con su país y dar respuesta a los problemas que lo aquejan, dijeron alumnos y colectivos de diferentes facultades de la institución.

Ayer, en el estacionamiento de la Facultad de Filosofía y Letras (FFL) se efectuó un acto político-cultural de bienvenida a los alumnos de nuevo ingreso. Sus compañeros los llamaron a asumir un compromiso con los más de 50 millones de pobres en el país, los 2.5 millones de desempleados, los trabajadores y campesinos sobrexplotados, los jóvenes sin acceso a la educación, los indígenas sin autonomía; los luchadores sociales presos, sindicatos, migrantes, analfabetos y con las víctimas de la estrategia del gobierno federal contra el narcotráfico.

Integrantes de algunos colectivos universitarios –como el Carlos Marx, estudiantil Niukame, LTS Contracorriente y Grupo Estudiantil Comunista Revolucionario, entre otros– felicitaron a los jóvenes de nuevo ingreso por obtener un lugar en la UNAM.

Les recordaron que tener acceso a la educación superior en el país es un privilegio, pues de acuerdo con estadísticas de la propia institución, de cada diez jóvenes que presentaron el concurso de selección a la licenciatura en la UNAM, sólo uno logró ingresar.

Los otros nueve tendrán que decidir entre ser subempleados de alguna trasnacional, sin derecho a prestaciones; sumarse a los millones que no estudian ni trabajan, al autoempleo, la migración o a la nómina del narcotráfico.

La finalidad del acto de bienvenida, en el que participaron bandas de rock, raperos y teatreros de Filosofía, fue convocar a los nuevos estudiantes a tomar conciencia y no permanecer indiferentes a lo que sucede hoy en el país y en la propia UNAM, donde, denunciaron, hay algunas desigualdades.

Señalaron que en la institución son necesarios comedores populares, pues tres de cada cuatro nuevos alumnos no podrán pagar una comida diaria de 35 pesos, ya que los ingresos de sus familias son de menos de seis salarios mínimos. Otros de los problemas que denunciaron fueron la falta de acervo bibliográfico, el mal y costoso servicio de los centros de fotocopiado y el elitismo y ataques contra algunos estudiantes y colectivos.

El inicio de las actividades culturales se prolongó debido a que alrededor de las seis de la mañana, cuando los colectivos estudiantiles montaban una carpa donde se presentarían las bandas fueron interceptados por elementos de seguridad interna de la UNAM, quienes advirtieron que los actos no podrían llevarse a cabo ya que no contaban con un permiso oficial.

Esto generó tensión y llevó a empujones y golpes. Los estudiantes informaron que desde la reanudación de las actividades administrativas, el pasado 26 de julio tramitaron el permiso en la dirección de la facultad, donde se les remitió a la Dirección de Servicios Escolares, pero nunca nos quisieron recibir.

Denunciaron que en un momento de conflicto el vehículo 93 de auxilio UNAM se abalanzó contra los jóvenes que colocaban la carpa, lo que puso en riesgo, entre otros, a Ruth Sánchez, Óscar López y José Garduño.

Este hecho fue videograbado, por lo que analizan la posibilidad de levantar una denuncia penal con la asesoría de la Liga Mexicana de Defensa de los Derechos Humanos (Limeddh), organismo que envió visores hasta el lugar del conflicto.

Ante este hecho, directivos de la UNAM señalaron que la unidad de auxilio avanzó hasta donde en principio estaba la carpa, pero lo hizo mientras no hubo personas alrededor, pues la mayoría se encontraba en el otro extremo del estacionamiento para evitar que una grúa de servicios escolares levantara una camioneta de los colectivos que bloqueaba el paso.

Adrián Ramírez, presidente de la Limeddh, señaló que la ONG trabaja en un llamado a las autoridades de la UNAM, pues estas agresiones empañan las declaraciones del rector José Narro, en el sentido de apoyar y proteger a la juventud. Que se permita que los elementos de auxilio UNAM actúen de manera desproporcionada pone en riesgo a la institución, expresó.