Pretender que se conformen con las labores del hogar, un error: Cauce Ciudadano
Sábado 14 de agosto de 2010, p. 3
Las declaraciones de la directora del Instituto Mexicano de la Juventud, Priscila Vera, en el sentido de que la mayoría de los 7 millones de jóvenes que no estudian ni trabajan son mujeres que se dedican a las labores del hogar, representan un acto de discriminación contra el sector femenino juvenil, consideró Carlos Cruz, director de Cauce Ciudadano, organización de defensa de los derechos de la juventud.
Indicó que se trata de una visión muy pobre que socava los derechos de las mujeres jóvenes en el país, reduce su perspectiva al trabajo doméstico y limita su autonomía. El jueves, la titular del Imjuve afirmó que de los jóvenes etiquetados como ninis la mayoría son mujeres que no es que no estén haciendo nada. Están dedicándose a las labores del hogar
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Cruz indicó que se trata de una visión reduccionista de las mujeres. Pretender que se conformen con dedicarse a las labores del hogar es un error que refleja que el Imjuve no tiene voluntad política de trabajar por los derechos de los jóvenes, en especial de las mujeres
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El activista resaltó que la demanda realizada en varios foros por el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, José Narro Robles, para que las autoridades mexicanas apuesten e inviertan en la juventud es uno de los planteamientos que resolverán muchos de los problemas del país
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Cruz advirtió que en México no es lo mismo ser joven y pobre que ser joven, pobre y además mujer, pues este sector está en mayor vulnerabilidad.
Subrayó que de 2005 a la fecha el Estado mexicano dejó de atender a 3.5 millones de jóvenes que hoy son adultos y a los que se mandó al mercado laboral sin el menor apoyo
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El desalentador futuro al que se enfrenta la juventud ha provocado que hoy en día abandonen los sueños de independencia y consideren que vivir en casa de sus padres hasta los 35 años es normal
, lamentó el activista de Cauce Ciudadano.
Señaló que el riesgo de que este sector permanezca en sus hogares y no tenga expectativas es grande, pues el crimen organizado aprovecha su ocio
para intantar volverlos consumidores de productos prohibidos o para reclutarlos en las filas de la delincuencia.